Hoy recuperamos un clásico de la repostería casera. Últimamente las cocinas se inundan de cup-cakes, cookies, bizcochos de cosas muy variadas... pero éste de piñones es una apuesta segura.
Ingredientes
- 450 gr. de harina de repostería
- 4 huevos
- 2 sobres de levadura Royal
- 100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 50 ml. de anís
- 100 ml. de aceite de girasol
- 250 gr. de azúcar
- 150 ml. de leche
- 50 ml. de nata líquida
- la ralladura de un limón
- 100 gr. de piñones
Estas cantidades son para preparar en la bandeja del horno. En buena lógica, si lo queréis más pequeño sólo tenéis que reducir a la mitad las cantidades, y claro...utilizar una bandeja para horno más pequeña.
En primer lugar, separáis las claras de la yemas. Reserváis las claras.
En un bol grande ponéis las yemas y les añadís el resto de los ingredientes, excepto los piñones y las claras de huevo.
Mezcláis bien, batiéndolo con las varillas o con el brazo de la batidora.
Ahora, montáis las claras a punto de nieve. Las incorporáis a la mezcla anterior, con cuidado, con movimientos envolventes, para que no se os bajen.
Precalentáis el horno a 180º (esto es fundamentalísimo, cuando metáis el bizcocho ...el horno ya calentito), calor arriba y abajo.
Cubrís la bandeja de horno con papel de hornear (así no se os pegará). Echáis toda la mezcla y lo metéis en el horno, en la parte media de vuestro horno.
Cuando lleve 10 minutos, lo sacáis y repartís los piñones por encima. Lo volvéis a meter y lo dejáis 10 minutos más.
Este bizcocho no es de los que tenga que subir muchisimo, es tirando a plano.
Ya fuera del horno, espolvoreáis azúcar por encima.
Si se os ha ocurrido hacer este bizcocho para desayunar al día siguiente...olvidaos de ello, no llega ni de broma. En cuanto lo saquéis del horno tendréis a toda la parroquia revoloteando a su alrededor, no os dejarán ni las migas!
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