Bizcocho de despedida con rumbo al Salvador en pasta laminada, pasta de goma y betún real.
El viernes hice está torta para unas de las monjas de la iglesia. Después de 16 años servidos a está comunidad; la congregación la envía al Salvador, que será su nuevo hogar. El padre le organizó una despedida después de la misa. Hubo todo tipo de comida y otro bizcocho de un molde 16, un tremendo bizcochaso. Siembargo, la monja se enamoro de esté simple, humilde, y pequeño bizcocho. Hordenó que no lo partieran, porque pensaba compartirlo con su familia. Me llené de satisfacción que le gustará al grado de quererlo compartir con su familia.