La leche evaporada es el resultado de la sustracción a través de un proceso de evaporación, de cerca de las dos terceras partes de agua contenida en la leche. El motivo por el que se le evapora el agua es que de ésta manera el periodo de conservación de la leche aumenta considerablemente.
La leche evaporada fué y sigue siendo un recurso en aquellas épocas y lugares donde no existen sistemas de refrigeración y aunque en España no es muy conocida, sí se consume con asiduidad en Estados Unidos y Latinoamérica.
Al ser Ceuta, mi ciudad, un puerto franco, facilitaba la entrada de mercancías importadas, las cuales algunas eran imposible encontrarlas en la península, de ahí que muchos españoles cruzaran el estrecho en busca de dichos productos, entre ellos la leche evaporada que se comercializaba bajo el nombre de "CARNATION". Hoy día podemos encontrarla en cualquier comercio bajo el nombre de leche Ideal.
Yo uso esta leche directamente en la elaboración de masas de tarta, pasteles bizcochos, cremas y quiches, me gusta mucho la textura y esponjosidad que les confiere y buena prueba de ello es el bizcocho que os traigo, fruto de mis conversaciones mantenidas con mi amiga ALICIA en un momento en que me encontraba faltico de inspiración, pero ahí estaba ella, pa iluminarme con ese gracejo y ese carácter que tiene y pa decirme: "pues haz el mío COÑO!!!". Y como cualquiera le dice que no, pues aquí está el niño haciendo mi versión particular de su BIZCOCHO DE LECHE EVAPORADA.
INGREDIENTES:
- 200 grs. de leche evaporada.
- 200 grs. de harina bizcochona (Mercadona).
- 3 huevos tamaño "L"
- 180 grs. de azúcar.
- 80 grs. de aceite. (Yo utilice mitad de Oliva Virgen Extra variedad Hojiblanca y mitad aceite de girasol).
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
PREPARACIÓN:
- Batimos con unas varillas eléctricas a velocidad alta el azúcar y los huevos hasta que blanqueen, como unos 7-8 minutos.
- Añadimos la leche, el aceite y la esencia de vainilla y seguimos batiendo a baja velocidad hasta que la mezcla quede homegenea.
- Añadimos la harina tamizada y la vamos incorporando con movimientos envolventes hasta que esté totalmente integrada.
- Engrasamos un molde con mantequilla y vertemos la mezcla.
- Antes de introducir al horno, espolvoreo la superficie con bastante azúcar para que al hornear forme esa costra superior de azúcar que a mí particularmente tanto me gusta.
- Ahora sí introducimos en el horno precalentado a 170º con calor arriba y abajo y con turbo durante 45 minutos.