Revista Cocina

BIZCOCHO DE NARANJA CON STEVIA EN HOJAS [Uso de la stevia]

Por Anamelm

CAL 262,5 · HC 26,2 · PR 7,6 · GR 13,4 [100 G]

Bizcocho naranja estevia 2 Bizcocho naranja estevia 3 Bizcocho naranja estevia 5 Bizcocho naranja estevia 6

Stevia rebaudiana.

Así se llama la plantita en cuestión. Llamarla estevia, con “e” será cuestión de tiempo, pero de momento, stevia, así, en plan hipster.

Llega en plan superalimento. Y eso significa que según los gurús de la nutrición y de más cosas, tomando stevia deberíamos ser más jovenes cada día, estar libres de infecciones para siempre jamás, no coger hongos en la vida, aunque chapoteemos descalzos en las escalerillas de las duchas de la piscina municipal, y además no cogeremos jamás una gripe y nos menguará el culo. Y con suerte, hasta nos crecerán las tetas. A nuestra edad.

Pero más allá de las cualidades desproporcionamente intensas y beneficiosas que siempre acompañan a cualquier producto que se pone de moda [que sí, que la stevia es un potente antioxidante, pero no vas a ir atrás en el tiempo por mucho té que tomes] hay una cosa cierta: la stevia endulza.

Y endulza maravillosamente bien. No se nota ninguna diferencia con el azúcar, sobre todo si usas la dosis justa. Si te pasas… sabe un poco a regaliz. Pero sólo si te pasas.

Y no le acompañan los inconvenientes de tomar azúcar en exceso, es decirse, no favorece tanto la obesidad [a ver, que no estoy diciendo ahora que los bizcochos con stevia no engorden, ojo], no crea caries, no es adictivo, no aumenta el colesterol, no deprime el sistema inmunológico…

Vamos, que puestos a endulzar, mejor con stevia que con azúcar. Yo lo tengo claro, hace años que dejé de consumir azúcar, y la stevia para mí va a reemplazar los edulcorantes que usaba habitualmente, porque es mucho más natural que los compuestos químicos, que tan poca gracia me hace consumir. [Puedes leer un post entero sobre edulcorantes si quieres]

La plantita en cuestión se puede comprar en maceta, fresca. Pero hay que tener ciertas habilidades para mantener vivas a las plantas. Yo… carezco de ellas.

Así que la compro seca. Mucho más seguro para todos. Ecológica, claro, que al fin y al cabo las hojitas acaban infusionadas en mis bebidas y bizcochos y no era cuestión de infusionarme unos pesticidas con el té.

La hay en concentrado, pero no todos los concentrados tienen sólo stevia, de hecho muchos se aprovechan de su nombre de plantita molona y lo que te venden es sacarina con un 1% de stevia, ciclamatos o cualquier otra cosa.

Y cada formato tiene sus pros y sus contras, of course. Y su dosis. A ver, en un repasillo rapidito:

  • Hojas secas
    • Poder endulzante: Entre 15 y 20 veces más que el azúcar, para mi gusto más bien 20 veces, pero me gustan las cosas poco dulces, lo mismo no soy de fiar…
    • Calcular la equivalencia: Divide el total de azúcar de tu receta entre 15 si te gusta muy dulce, o entre 20 si te gusta regular de dulce.
    • Cómo usarlo: Infusiona las hojas en uno de los líquidos de la receta, o en leche o agua, según tu criterio. Compensa el azúcar que quitas [volumen y consistencia] con yogur o puré de manzana. Y si añades líquido extra porque la receta no tenía suficiente, no olvides compensar con un poco más de harina [yo empiezo probando con un tercio del peso de líquido en harina, y voy ajustando]
    • Más cositas: Un kilo de hojas secas a mí me cuesta unos 30€, y eso es como comprar 20 kilos de azúcar. Es decir, a 1,5€ el kilo. No está mal. [Compro paquetes de 50 gramos cada vez]
  • Concentrado de stevia
    • Poder endulzante: Si es puro, 300 veces más que el azúcar.
    • Calcular la equivalencia: Divide el azúcar entre 300. Necesitarás un peso de precisión para pesar la stevia…
    • Cómo usarlo: Tal cual, añadido a la parte líquida del asunto. Compensa el azúcar que quitas [volumen y consistencia] con yogur o puré de manzana.
    • Más cositas: Se comercializan muchos edulcorantes a base de stevia que tienen de todo… y un 0.01% de stevia. Mira bien la etiqueta.
  • Otros formatos
    • Hojas frescas: No endulzan tanto como para compensar usarlas en repostería, pero son estupendas para el té.
    • Polvo: Te digo lo mismo que con el líquido, es la misma equivalencia y debes comprobar que sólo sea extracto y no te estén colando un ciclamato disfrazado

Y sin más dilación, la prueba fehaciente de que un bizcocho hecho con stevia en hojas sube, y os garantizo que está maravilloso…

Receta asaltada a Healty and tasty para el #asaltablogs de este mes

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INGREDIENTES [8-10 RACIONES]   Para el bizcocho Naranja de zumo, 1 grande [200-250g] Stevia en hojas secas, 12 g Leche*, 200 g Huevos, 3 Aceite, 70 g Harina blanca, 150 g  Harina integral**, 100 g Levadura, 10 g o un sobre Sal, una pizca   [Si lo haces con azúcar, modifica esto: Elimina la leche, pon 170g de harina, y 250g de azúcar. El resto, igual]   *Leche: He usado de soja, pero utiliza la que tengas habitualmente en casa  

**Harina: He puesto una parte de harina integral, pero puedes ponerla toda blanca y sale exactamente igual de bien. Si pones toda integral, entonces añade media cucharadita de bicarbonato junto con la levadura, porque es una harina algo más pesada y tiende a apelmazar los bizcochos.

Para el ganache Chocolate de cobertura, 100 g Nata de montar*, 50 g  

*He usado nata de soja para montar, pero usa la que tengas habitualmente en casa

 

MODUS OPERANDI

Antes de empezar el bizcocho, vamos a dejar listo el ganache, para que vaya atemperando. 

En un cazo ponemos a calentar la  nata, y cuando haya cogido temperatura añadimos el chocolate y removemos fuera del fuego hasta que se deshaga. Se le puede dar un poco de calor para ayudar, pero con un cuidado extremo, porque se quemará antes de que te hayas dado cuenta.

Lo pasamos a un bol, y reservamos.

Vamos con el bizcocho. Antes de comenzar, precalentamos el horno a 250ºC, así estará listo cuando lo necesitemos.

Para hacer un bizcocho con stevia en hojas, lo primero que haremos será infusionar las hojas en un líquido, en ese caso, leche.

[La consecuencia natural de añadir un líquido que no estaba en la receta original, es que necesariamente habrá que aumentar el peso de la harina de manera proporcional].

Bizcocho naranja estevia PaP 1

Ponemos a calentar en un cazo la leche, y cuando comience a hervir, añadimos las hojas de stevia. Cocemos durante uno o dos minutos, retiramos del fuego y dejamos infusionar tapado unos 5-10 minutos más.

Pasado este tiempo, escurrimos la leche con ayuda de un colador, presionando bien las hojas, y reservamos la infusión. De los 200 g iniciales de líquido, ahora nos quedarán en torno a 140-150 g. No importa, esta es la cantidad que queremos.

Ya tenemos la infusión de stevia, vamos con el bizcocho.

Partimos en cuartos la naranja de zumo, y la trituramos en un robot de cocina potente. Entera, y sin pelar. En el mismo robot incorporamos los huevos, y los batimos a velocidad alta unos 5 minutos, hasta que esponjen.

[Si no tienes robot de cocina, puedes hacerlo con batidora de mano, pero corta la naranja en trozos pequeños, y asegúrate de que la has hecho papilla antes de seguir con la receta…]

Pasamos la mezcla de naranja y huevos a un bol. Incorporamos la infusión de estevia, y removemos con espátula con cuidado de que no se desinfle la mezcla. Añadimos el aceite, y repetimos la operación.

Pesamos las dos harinas y la levadura en otro bol, y con ayuda de un tamiz vamos incorporando harina a la mezcla líquida en varias veces, removiendo con espátula después de cada adición, para evitar que se formen grumos.

Ya tenemos la masa lista.

La ponemos en un molde de bizcocho, y lo llevamos la horno, 30-35 minutos a 180ºC. Cada horno es diferente, y no todos ajustan la temperatura bien, así que siempre siempre hay que pincharlo con un cuchillo y comprobar que está bien cocido por dentro. Si el cuchillo sale limpio, puedes sacar el bizcocho del horno.

Lo dejamos enfriar en una rejilla.

Bizcocho naranja estevia PaP 2

Para hacer los pastelitos, lo único que hay que hacer es abrir el bizcocho por la mitad, poner el ganache como relleno, y cerrarlo nuevamente. Para que quedaran más bonitos les he retirado todas las cortezas con un cuchillo de sierra. Si vas a hacer esto, ten un paño limpio y húmedo a mano para limpiar el cuchillo tras cada corte, y evitarás arrastrar manchurrones de chocolate por todo el bizcocho.

Y seguro que encuentras algún voluntario dispuesto a acabar con los restos de bizcocho pringados de chocolate que quedarán tras la operación…


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