Hoy volvemos con una receta fácil y riquísima para cualquier desayuno o merienda.
Como os conté hace unas semanas por facebook, he estado unos días en Roma de viaje con la familia. Han sido muy buenos días, en una bonita ciudad y comiendo pasta y pizza, ¡no podía pedir más! :)
Cuando tenga todas las fotos, os las enseñaré y os contaré un poquito cuál ha sido nuestra experiencia allí, qué hicimos y cómo lo hicimos para ahorrar tiempo y poder ver la mayoría de las cosas más importantes.
No fueron muchos días, y eso es una pena porque para poder ver Roma hacen falta días y tranquilidad, hay cosas para ver en cada plaza, cada calle...
La receta de hoy me la pidió mi madre para el desayuno, a ella le encanta el chocolate y le gustó muchísimo. Queda jugoso y con mucho sabor a chocolate, y no hay que pesar ingredientes porque sólo vamos a usar el vasito de yogur como medida, así que si os gustan este tipo de bizcochos, no os lo podéis perder!
INGREDIENTES
- 4 huevos
- 1 yogur natural
- 2 vasos de yogur de azúcar
- 1 vaso de yogur de aceite de girasol o aceite de oliva suave
- 2 vasos de yogur de harina de repostería
- 1 vaso de yogur de cacao en polvo puro
- 2 cucharaditas de levadura royal
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
ELABORACIÓN
1. Empezamos precalentando el horno a 180º y preparamos un molde, forrándolo con papel de horno, o lo engrasamos con mantequilla y espolvoreamos un poco de harina. Nosotras hemos usado un molde de plumcake de 30 cm.
2. En un bol, ponemos los huevos junto al azúcar y batimos un par de minutos hasta que la mezcla blanquee.
3. Añadimos el aceite y el yogur y seguimos batiendo hasta integrar.
4. Tamizamos sobre la mezcla la harina junto al cacao y la levadura, y con una espátula vamos mezclando con movimientos suaves, hasta obtener una masa homogénea, sin grumos.
5. Vertemos la mezcla en el molde, damos unos golpecitos sobre la encimera para asentar la masa y llevamos al horno durante 40 minutos aproximadamente, depende de nuestro horno. Comprobaremos si está hecho pinchando con un palillo en el centro, si sale limpio estará listo.
6. Lo sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla para que enfríe. Lo podemos servir solo con un poco de azúcar glas por encima o hacer una ganache suave.
Nos despedimos por hoy, guapis. ¡Muchísimos besitos a todos!