Revista Cultura y Ocio

Blade Runner, Philip K. Dick

Publicado el 25 mayo 2015 por Jazmín Romero @jaz_de_ro
Blade Runner PortadaTítulo: Blade Runner ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Título original: Do Androids Dream of Electric Sheep?
Autor: Philip K. Dick
Editorial: Minotauro
Año publicación: 1968
Traducción por: Miguel Antón
Género: Ciencia ficción
Sinopsis:
Tras la guerra nuclear, la Tierra ha quedado sometida bajo una gran nube de polvo radioactivo. La gente ha emigrado a otros planetas del sistema y se ha llevado a androides que les asisten. Algunos de estos han escapado de la servidumbre y han vuelto ilegalmente a la Tierra. Y Rick Deckard, cazarrecompensas, es uno de los encargados de acabar con ellos. 

Los androides Nexus 6, los más avanzados, son casi humanos. La única manera de detectar su identidad artificial es un test que pone al descubierto su carencia de empatía. Pero, ¿es justo matar a los humanoides sólo por el hecho de serlo? ¿Cuál es el límite entre la vida artificial y la natural?
Opinión personal: Desde mi tímida incursión en los clásicos de la ciencia ficción con Crónicas marcianas, he quedado encantada y me decidí a seguir buscando esta clase de lecturas. Con respecto a este libro, pensaba ver la película para redondear todo antes de escribir esta reseña, pero pasan los días y no he podido hacerlo así que voy a escribir esta opinión antes de que me olvide de los detalles importantes. 
Creo que esta es una gran historia. Por muchas razones. Hay valores, hay crítica social, hay temas que siguen vigentes como problemáticas de la humanidad. Y hay aventura, acción y algo de sexo. Lo tiene todo. Solo hubiera querido que fuera un poco más largo y sangriento, pero no me hagan caso
Desde el comienzo se nos presenta un planeta Tierra arrasado, en el cual solo quedan los que no pueden irse (por una razón u otra). Por otro lado, en las colonias espaciales como la de Marte, la vida humana continúa con el apoyo fundamental de una nueva fuerza de trabajo: los androides. Y la vida vegetal y animal se ha convertido en una rareza a la cual las personas compran por catálogo como símbolos de status. En medio de todo esto, el único factor que diferencia a amos de oprimidos es la capacidad de empatía.  ¿Entienden la ironía? El autor es genial. En nuestra sociedad, vemos cómo los valores que deberían ser nuestra columna vertebral se vanalizan y usan como sinónimo de mil cosas que no tienen nada que ver. Y en este libro se pueden observar mil ejemplos. La religión fue otro tema central de la novela: Mercer se ganó mi respeto, a pesar de lo obvio que parecía, para una cínica como yo, lo que iba a ocurrir con él. Terminé deseando que hubiera una caja empática en mi casa, creo que muchos en este mundo necesitaríamos una. Al que no le tomé ni un poco de simpatía fue al Amigable Buster. Un reflejo de lo peor que tenemos, en cualquier época.
Y los androides son un punto aparte. El autor ha sido cruel, creo que sufrí lo mismo que Rick al ir conociéndolos y luego todo se puso de cabeza, dejándome desubicada y sin saber de qué lado ponerme. Mentira, al final quería sangre, nada más. Y de los cazarrecompensas, creo que mi favorito fue Phil Resch, con su peculiar concepto del deber y su manera de ir al grano. Algo que me gustó mucho fue ver que todos los personajes representaran algún punto, la otra cara de la moneda de algo, a veces las dos caras a la vez. La complejidad de cada diálogo pero sin situaciones forzadas. Hay mil citas profundas sobre el significado de la vida, la identidad, el amor y toda clase de preocupaciones básicas del hombre, que hacen de esta historia algo vigente, inmortal. Incluso se puede notar una crítica al consumismo y alguna nota sobre la depresión y la frivolidad. Yo quiero un climatizador del ánimo que me ponga en modo 481: consciencia de las múltiples posibilidades del futuro. O el 888: deseo de mirar la televisión sin que nadie interrumpa. La que no me gusta es la 594: reconocimiento de la superior sabiduría del marido. Hubiera sido buenísimo que el autor incluyera una lista de los códigos de estados de ánimo del climatizador al final del libro, aunque solo fuera para bromear.
Todo este libro ha sido muy bueno, aunque por su brevedad no ha profundizado en la mayoría de los planteos que se pueden ver (yo quería ver más de Phil Resch). Y el final me dejó descolocada. Necesité días para reponerme y no sentarme a insultar en mi reseña. 
En conclusión, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? es una muy buena pregunta. Creí que sabía cuál iba a ser la respuesta, cuando me di cuenta de que no era así me quedé boquiabierta. Y lo adoré. Posdata: No volveré a mirar igual a las ovejas, las cabras o a las arañas, pobrecitas.
¿Lo recomiendo?: Como fanática de los androides. Y los animales. Y los cazarrecompensas. Este libro tiene todos los ingredientes que me gustan, incluso la referencia a las colonias en Marte (Crónicas marcianas, yey).

Puntaje:

4.5 / 5

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