[9/10] Que Pablo Berger se haya atrevido, en los tiempos que corren, a hacer una película muda y en blanco y negro… tiene mucho mérito. Que, además, esta “Blancanieves” sea la tercera adaptación del año del cuento de los hermanos Grimm, tras los trabajos de Tarsem Singh y de Rupert Sanders… es un milagro que habla de audacia y fe en el poder de fascinación del cine y en su capacidad para comunicarse con el espectador. Estamos, sin duda, ante una obra de arte y también ante una obra maestra, no desprovista de un sello personal y muy sugerente. Lo primero porque todo su trabajo artístico respira sensibilidad y refleja una concepción integral del arte cinematográfico, donde música, fotografía, atrezzo, vestuario… van en la misma dirección y consiguen crear una atmósfera de encanto y ensoñación para transportar al espectador a la Sevilla de los años veinte. Lo segundo porque esta versión es original y tiene personalidad, a la vez que es respetuosa con el clásico infantil, y porque Berger demuestra dominar todos los mecanismos del lenguaje cinematográfico… puestos al servicio de una historia que se mueve entre lo realista, lo fantástico y lo surrealista.
No sobra ni falta un solo plano en esta gran película, donde las imágenes de suceden sin altibajos gracias al inteligente uso de la elipsis y a un montaje que hace avanzar la historia como si estuviera interpretando un baile flamenco (extraordinario es el trabajo de Fernando Franco). Cada movimiento de cámara tiene su sentido expresivo, lo mismo que los travellings anulares o los planos cenitales… pues nada es gratuito en este bello cuento de sabor gótico, que incluso se permite un toque de humor negro para aliñar el drama familiar y terminar apuntando un romance atípico. También hay lugar para la sátira social con resonancias sutiles en realidades de nuestros días, como esa alusión al morbo de cierto espectáculo (por momentos, la plaza de toros se convierte en circo) o al abuso de algunos desalmados como el apoderado taurino (cuesta no ver detrás a quienes se aprovechan de la ignorancia e indefensión del ciudadano de a pie). No se echan en falta, por otra parte, los diálogos pues la narración goza de una encomiable claridad y fuerza expresiva, y el espectador se centra en saborear la belleza de la contrastada fotografía de Kiko de la Rica o en escuchar la preciosa banda sonora de Alfonso de Vilallonga.
Unos pocos rótulos y la letra de unas canciones que se escuchan en medio de la adversidad y el desasosiego, cuando el rostro luminoso de Blancanieves aparece para dejar lugar a la esperanza y al consuelo. Una madrastra malvada y egoísta, un padre débil y caído en desgracia, unos enanitos llenos de candor y celos… y un mundo del toreo y del espectáculo donde arte y humanidad se dan la mano para hacer una faena y brindársela al espectador. En el ruedo y sobre el tablado se citan tipos populares que aportan un carácter realista, junto a otros personajes siniestros y sombríos que son más propios de la fantasía gótica. No faltan, además, elementos surrealistas y oníricos como esas imágenes evocadoras de un pasado perdido que la memoria de Blancanieves va recuperando, o ese gallo muerto que revive bajo el subconsciente de la joven y que tan emparentado está con el mejor Buñuel.
Buen trabajo de todo el reparto, donde es justo destacar a una expresiva y cautivadora Macarena García cuya mirada brilla con inocencia y bondad, junto a Ángela Molina, Inma Cuesta o Maribel Verdú, e incluso a la niña Sofía Oria. Con una historia de amor y muerte desde los primeros compases, de envidia y amistad hasta el tramo final, el melodrama alcanza un clímax emotivo cuando Blancanieves se pone el traje de luces para terminar la faena de su padre, momento en que Berger repite planificación… como queriendo cerrar el círculo narrativo y dar una segunda oportunidad al diestro. Queda, sin embargo, aún una hermosa coda a la historia, entre las barracas de feria y la falta de escrúpulos de algunos, a la espera de un milagro de amor. Y, en ese precioso desenlace, se nos habla de un milagro humano y también de un milagro de cine, porque hemos visto una película de enorme fuerza visual que España envía a los Oscar®… siguiendo y superando los pasos de “The artist”.
Calificación: 9/10
&En las imágenes: Fotogramas de “Blancanieves”, película distribuida en España por Wanda Visión © 2012 Arcadia Motion Pictures, Noodles Productions y Mama Films. Todos los derechos reservados.
Publicado el 29 septiembre, 2012 | Categoría: 9/10, Año 2012, Críticas, Drama, España, Francia
Etiquetas: Alfonso de Vilallonga, amor, Ángela Molina, Blancanieves, familia, Fernando Franco, Inma Cuesta, Kiko de la Rica, Luis Buñuel, Macarena García, Maribel Verdú, Pablo Berger, Rupert, Sofía Oria, Tarsem Singh, The Artist