Revista Indie / Folk

Blood Orange – Coastal Grooves

Por Homeboy

Parece que Devonté Hynes va a dar un descanso largo a Lightspeed Champion, su proyecto estrella, y va a probar suerte con esta nueva aventura musical llamada Blood Orange. Es algo que no me extraña nada, ya que este músico es uno de esos culos inquietos que no para de trabajar y de cambiar de aires. Además, su último trabajo como Lightspeed Championera un tanto irregular.

Al parecer se ha mudado a la ciudad de los rascacielos, y se ha contagiado de la escena de Brooklyn – el primer single esta producido por Chris Taylor, el bajista de Grizzly Bear – para crear un proyecto que huele a los ochenta deBilly Idol o Prince, y con una estética digna de las primeras películas deGregg Araki. Vamos, mucha chupa de cuero de cremalleras, y algo de la moda gay más macarra de aquella época.

Sinceramente, el cambio no le podía haber salido mejor, ya que este Coastal Grooves es una maravilla, y suena estupendamente. Ha conseguido hacer una genial mezcla de pop, funk y disco digna de lo mejor de esos artistas que tanto le han inspirado para hacer este proyecto. Salvo tres temas que son un poco sosos y que recuerdan un poco más a su antigua banda, el resto es absolutamente genial. Supongo que el joven productor angelino Ariel Rechtshaid, se habrá escuchado discos como el Sing o’ the Times un millón de veces antes de grabar este trabajo, y conseguir que algo tan manido como el rollo funk ochentero, suene actual y fresco.

En un primer momento podríamos pensar que se ha convertido en Billy Idol, ya que Forget It y I’m Sorry We Lied suenan al rockero oxigenado por todos los lados, pero digamos que la cosa no va del todo por esos derroteros. El artista de Houston se deja llevar por ese funk macarra digno de la banda sonora de The Warriors, y lo demuestra en Sutphin Boulevard o en S’cooled, dos de las mejores canciones de este trabajo. Aunque tengo que decir que las que más me han gustado son Instantly Blank (The Goodness), Champagne Coast (Prince otra vez) y Are You Sure You’re Really Busy (la parte final instrumental de esta canción me parece una maravilla) que son más pop y no van mucho de ese rollo.

Desde luego, para mí es una de las sorpresas más agradables de lo que llevábamos de este 2011, ya que no esperaba absolutamente nada de este proyecto, y me ha dejado a cuadros.


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