Revista Opinión

Blood, sweat and tears

Publicado el 12 mayo 2010 por Piniella
Blood, sweat and tears
Yo diría a la Cámara, como dije a todos los que se han incorporado a este Gobierno: No tengo nada más que ofrecer que sangre, sudor, y lágrimas. Tenemos ante nosotros una prueba de la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de combate y sufrimiento. Winston Churchill
Ya lo saben, nos rebajan un 5% a los funcionarios, dentro de un montón de medidas de recorte social. Ahora vendrán los que mandan el argumentario del PSOE para que defendamos que eso es lo mejor para el país. Yo, qué quiere que les diga, creo que todo esto no es más que una rendición a los más fuertes. Pueden decir que los funcionarios somoso unos insolidarios, que bastante tenemos con el empleo fijo que tenemos, que no damos palo al agua, y bla, bla,... pero la realidad es que somos los únicos trabajadores a los que pueden tener directamente controlados para hacer con nosotros lo que quieran. Hicimos una oposición que llevó varios años de nuestras vidas y a las que todos podían presentarse en igualdad de condiciones. Cuando las vacas gordas nadie pensaba en que los trabajadores públicos tuvieran que ser partícipes de la mejora de la Economía, pero en las vacas flacas somos perfecto blanco para lanzar los dardos. Igual que con los pensionistas o con las personas que necesitan de una ayuda social. Y lo peor es que ponen a pelear a trabajadores públicos con los que lo hacen en la empresa privada, para dividir una posible respuesta de lo que algún día fue la "clase obrera". Sinceramente no creo que se reduzcan proporcionalmente el sueldo los altos cargos, ni que desaparezcan estructuras clientelares de cargos de confianza de todos los partidos, de "liberados colocados" que no dan palo al agua. Sinceramente no creo que se toquen las rentas altas ni se controlen a los bancos. Porque, sinceramente pienso que el Capitalismo seguirá campando a sus anchas y los gobiernos sólo serán títeres de él, ante lo cual poco pueden hacer más que pedir a sus ciudadanos sangre, sudor y lágrimas.

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