La NASA ya no tiene su transbordador espacial. Las empresas privadas, como Virgin Galactic, aún no disponen de un cronograma de viajes regulares. ¿Como, entonces, podríamos convertirnos en turistas espaciales? Las respuesta a este interrogante parece tenerla el español José Mariano López-Urdiales, fundador y CEO de zero2infinity, que ha presentado un proyecto para crear un globo con capacidad para 6 personas que podría, por una cantidad de dinero más o menos razonable, llevarnos hasta el borde de la atmósfera y traernos de vuelta en una pieza. Los pasajeros, al contrario de lo que ha ocurrido con los pioneros en este tipo de viaje turístico, no deberán realizar ningún entrenamiento físico especial antes de realizar su vuelo. ¿Te apuntarías?
Justo cuando la idea del “turismo espacial” estaba comenzando a convertirse en realidad se acaba el programa del transbordador espacial. Solo un puñado de -no es un juego de palabras- afortunados millonarios consiguieron aprovechar la posibilidad que brindaba el disponer de un transporte “regular” al espacio, la disponibilidad de la Estación Espacial Internacional (EEI)a modo de “hotel orbital” y -fundamentalmente- la falta de fondos de la NASA que no tuvo demasiado reparos en coger algunos millones de dólares de cada uno de estos turistas e incluirlos en la lista de pasajeros de algunas de sus misiones. Pero estos días han llegado a su fin. Si bien la agencia espacial sigue escasa de fondos, el transbordador ya ha sido desguazado y la EEI no estará allí para siempre. Si queremos viajar al espacio, necesitamos otra forma de transporte.
Cualquier persona, sin importar su condición física, pueda darse el gusto de embarcarse en esta aventura.
Y en eso es que se ha puesto a trabajar José Mariano López-Urdiales, fundador y CEO de zero2infinity. El resultado ha sido Bloon, un globo espacial inflado con helio y capacidad para cuatro pasajeros más dos tripulantes, que a cambio de un pago de poco más de cien mil euros nos llevará a unos 36 mil metros de altura. Si bien estrictamente hablando no estaremos en el espacio, tendremos una vista comparable a la que ve un astronauta de verdad: un cielo completamente negro, tachonado de estrellas, y por debajo un planeta azul que presenta un horizonte curvado. Una de las más interesantes características de este tipo de viaje es que no se necesita, por parte del interesado, realizar un entrenamiento físico previo que le permita soportar las enormes aceleraciones a las que se somete un astronauta que parte al espacio a bordo de un cohete, ni las incomodas (aunque seguramente divertidas) alternativas de la caída libre. Si todo sale como este catalán supone, este interesante proyecto estará listo para partir en algún momento de 2015.
En la imagen el proyecto de vuelo del globo estratosférico Bloon.
Es posible que el sistema ideado por el español no posea algunos de los condimentos que tiene viajar a bordo de la SpaceShipTwo de la Virgin Galactic. En primer lugar, no llegarás realmente al espacio. En segundo, no experimentarás la caída libre. Pero por otra parte, el pasaje cuesta menos y permite que cualquier persona, sin importar su condición física, pueda darse el gusto de embarcarse en esta aventura. Según López-Urdiales, Bloon proporcionará "una experiencia visual similar a la de los astronautas". Cada vuelo tendrá una duración de unas cinco o seis horas, y partirá de algún sitio de España aún por determinar. En este momento se está conversando con los responsables de algunas administraciones locales para conseguir los permisos, y solo se sabe que -preferentemente- será algún sitio alejado del mar donde los vientos pudiesen arrastrar el globo al mar. José Mariano dice que “aunque amerizar es factible, resulta incomodo".
Los pasajeros tendrá las mismas comodidades que se pueden encontrar en un avión.
La cabina en la que viajarán los pasajeros tendrá las mismas comodidades que se pueden encontrar en un avión. “Volaremos con unas condiciones de temperatura, presión y humedad similares a las de la Costa Azul; vamos, que estará uno muy a gusto, el pasaje no tendrá molestias", afirma López Urdiales, que asegura ya ha sido contactado por muchos interesados en su producto. Seguramente muchos de los que estaban dispuestos a pagar los 30 o 35 millones de euros que cuesta volar al espacio a bordo de algún cohete de la Agencia Espacial Rusa estén pensando en “probar que se siente” gastando solamente 100 mil euros en un viaje a bordo del Bloon.
A bordo de Boon tendremos una vista comparable a la que ve un astronauta.
El desarrollo de "Bloon" supone una inversión inicial de unos 20 millones de euros. La empresa, además de intentar conseguir algunos patrocinadores, está capitalizándose y en proceso de buscar nuevos inversores. Empresas de la talla de la Caixa Capital Risc ya han apostado por el proyecto. El CEO de zero2infinity fue profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa (Barcelona), al igual que todos sus empleados. Estamos seguros que volveremos a oír hablar de Bloon en los próximos meses.
Fuente: Neoteo
Esquema del cableado y la cápsula del globo "Bloon".
Quantum opina:
El vehículo Zero2Infinity consta de tres partes esenciales: un enorme globo de unos 100 metros de diámetro, los cables de unión y la cápsula presurizada, de unos 4,5 metros de diámetro y con amplios ventanales donde viajan los cuatro pasajeros y los dos miembros de la tripulación.
La ascensión comienza con el inflado progresivo del globo con helio, un gas más ligero que el aire. Horas después se alcanza la altitud máxima. El globo permanecerá allí hasta alcanzar las dos horas de vuelo e iniciar el descenso, para lo cual se suelta el globo de gas y se despliegan los paracaídas que harán descender suavemente la cápsula hasta el suelo. Es durante el descenso donde se podrá disfrutar de algunos momentos de microgravedad, justo antes de la apertura de los paracaídas.