Michelle Williams está nominada al Oscar a mejor actriz por esta película, pero la verdad es que la razón principal por la que quise verla es porque el otro protagonista es mi adorado y amado Ryan Gosling. Por lo visto Michelle lo tiene difícil con la Portman, aunque no hubiera estado mal nominar también a Gosling, ya no por preferencias personales, sino porque objetivamente creo que es un hombre que lo borda en cada papel, no importa la complejidad o lo diferente que sea.
Blue Valentine es una historia de amor. Ese es el resumen, como el de tantísimas otras. Sin embargo, creo que trata con gran sensibilidad y acierto el momento justo en el que pierdes a una persona. Ese instante en el que el amor se ha esfumado y hay que reconocerlo. El querer y no poder. Adorar a alguien con toda tu alma y ser consciente de que ya da igual.
Me parece muy interesante cómo trata la frustación esta película, porque también es la clave que la separa de toda historia romanticona. Probablemente la hace más real y creo que por eso también más patética.
Así que enhorabuena, Cianfrance, Williams y por supuesto Gosling.
(Por cierto, si estáis en plena crisis de pareja, pasad de ver esta película)