[6/10] Ha pasado el día de San Valentín, y la cartelera recibe la visita de “Blue Valentine”, drama que nos acerca a la dicha y desgracia de un joven matrimonio nacido de circunstancias un tanto especiales. Ellos son Dean y Cindy, una pareja que un día decide hacer un último intento por salvar la relación, deja a su hija pequeña con el abuelo, y se va a un hotel con la intención de hacer revivir su primer amor. Serán momentos de dama y pasión que Derek Cianfrance nos ofrece, de manera alterna, junto a aquellos otros en que se enamoraron y superaron juntos un primer escollo de importancia. Es la cara y la cruz de cualquier relación humana, y más aún del matrimonio, donde los buenos momentos se suceden junto a los malos y donde el amor se pone a prueba.
El sello independiente de la cinta se respira desde la primera escena de familia, con un padre cariñoso que se vuelca con su hija y una madre que parece vivir al margen de una realidad problematizada. Una cámara nerviosa y una planificación descuidada dan un toque moderno a la película y dejan entrever una relación estropeada, y también un misterio en la vida familiar que a él le empujó al alcohol y a ella a refugiarse en su trabajo. Algo falla en ese matrimonio, y la tensión creciente hace que el ambiente se haya vuelto irrespirable. Con crudeza y dramatismo intenso asistimos a escenas íntimas de un matrimonio que se besa, discute y se pega, y cuyas almas viven ya distantes, sumidas en la rutina y el desencanto.
Con un montaje alterno muy conseguido y una buena labor de peluquería y caracterización, el espectador va sin confusión ni esfuerzo del drama presente al feliz momento en que se conocieron, e intenta comprender cómo han llegado a ese punto de no retorno. Ayudan los buenos trabajos de Ryan Gosling y Michelle Williams y la buena química entre ellos, así como el tono realista de una fotografía que atrapa la melancolía y tristeza de la pareja. Pero ni los secundarios importan mucho ni el proceso de enamoramiento convencen, mientras que la subtrama del novio de Cindy tampoco está bien hilvanada con el núcleo central. Y es que Cianfrance no hace sino trazar brochazos de recuerdos idílicos que mezcla con otros de cruda realidad, para dejar en el espectador la sensación agridulce de que el amor es un impulso efímero y fugaz, y que el pasado siempre termina pasando su factura.
A la película le falta dar al espectador alguna de las claves para entender esa ruptura afectiva y esos bruscos cambios emocionales, para comprender sobre todo a una enigmática Cindy y saber lo que realmente busca. Discurre con un tempo pausado, dejando que la desazón de los protagonistas cale en el espectador, recorriendo por primera vez el camino del amor para intentar después repetirlo en busca de una rendija de esperanza. Cianfrance retrata con sensibilidad y sutileza el mundo de los afectos, y con crudeza y morbosa explicitud el del sexo, mientras que aborda temas difíciles como las relaciones de pareja, el aborto o la convivencia con un hijo no deseado, y por momentos -aunque con estilo dispar- nos acordamos del Bergman más inquisitivo y amargo. La película es dura y triste y, por su temática y formalidad, solo interesará al espectador adulto o al amante del cine independiente americano, que asistirá a unas escenas y también a unas escenitas de un matrimonio venido a menos.
Calificación: 6/10
En las imágenes: Fotogramas de “Blue Valentine” – Copyright © 2010 Incentive Filmed Entertainment, Silverwood Films y Hunting Lane Films. Distribuida en España por Karma Films. Todos los derechos reservados.
- “Mademoiselle Chambon”: Concierto de afectos para violín y piano
- “Bella”: Pasión por la vida
- “Amor es todo lo que necesitas”: Chispazos de ternura y amabilidad
- “Una pistola en cada mano”: De maridos y mujeres
- “La vida de Pi”: Todos los caminos llevan a Dios
Publicado el 23 febrero, 2013 | Categoría: 6/10, Año 2013, Críticas, Drama, Romance, USA independiente
Etiquetas: aborto, amor, Blue Valentine, Derek Cianfrance, familia, matrimonio, Michelle Williams, Ryan Gosling