No deja de sorprender y admirar el texto del columnista Bob Herbert que hoy publica el NY Times, acerca de la debilidad de la democracia en su país (When Democracy Weakens).
Comienza así:
Bob Herbert, en el NY Times, está diciendo que los USA deberían tomar ejemplo de lo que acaba de pasar en Egipto. Señal de esto, el comentario más votado, nada más publicarse la columna, comienza así:A medida que la multitud celebró en El Cairo, no pude dejar de preguntarme sobre lo que está pasando con la democracia aquí en los Estados Unidos. Creo que está contra las cuerdas. Estamos en grave peligro de convertirnos en una democracia sólo de nombre.
Mientras hay millones de estadounidenses comunes y corrientes que están luchando con el desempleo y la disminución de sus niveles de vida, las palancas del poder real han sido casi completamente confiscadas por la élite financiera y empresarial. No importa realmente lo que la gente común quiere. Los ricos tocan la melodía y los políticos bailan.
Así que lo que tenemos en nuestra democracia son asombrosos y cada vez más obscenos beneficios fiscales y otros beneficios extraordinarios para los más ricos (...) Un estado tras otro informa que no puede pagar sus cuentas. (...) Camden, Nueva Jersey, una ciudad co un grave problema de criminalidad, ha despedido casi a la mitad de su fuerza policial. Medicaid, el programa que provee beneficios de salud a los pobres, se ve acosado salvajemente desde casi todos los sectores.
Los pobres, que están sufriendo de una depresión total, no son escuchados. En términos de influencia, bien se podría decir que no existen. Los equipos de Obama informan que han de elevar los gastos para la reelección por encima de los mil millones de dólares. Los políticos que busquen ese tipo de dinero que no van a hablar mucho sobre los deseos y necesidades de los pobres. Estarán genuflexos ante los que son muy ricos. (...)
Maybe it's time the American people took a lesson from the people of Egypt and take to the streets. Maybe it's time that the poor and middle class working people of America staged their own Day of Rage. Maybe it's time for a million unemployed workers or the millions who have lost their homes to a recession sparked by corporate greed to march on Wall Street. (...)