Por Juan Cuccarese / @jcuccaok
Por el partido de Ida de la Final de la Copa Libertadores 2012, Boca Juniors parecía tener el triunfo en sus manos con un gol de Roncaglia, pero a 5 minutos del final apareció Romarinho y decretó el empate. Boca fue superior, y mereció una mayor ventaja frente a un rival que se metió atrás y dependió de contraataques veloces y contundentes.
El Xeneize comenzó con una chance al minuto de juego: Tiro libre para Boca, y el centro de Román llegó para Schiavi, pero el defensor cabeceo muy fuerte y la pelota se fue arriba del travesaño. Cinco minutos más tarde, quién tuvo la chance fue Paulinho: superó al Flaco en velocidad y sacó un buen remate desde afuera, pero Orion respondió espectacularmente y salvó su arco.
El equipo de Falcioni atacaba más, jugaba con la cancha abierta y era más preciso, mientras que Corinthians jugaba al offside y dependía de la presión de sus mediocampistas. A los 34 minutos, Boca tuvo una nueva chance: Centro preciso de Mouche y Silva saca una chilena increíble, pero la pelota rebota en un defensor del equipo brasilero y se va.
Hasta la finalización del primer tiempo solo hubo un par de ataques Xeneizes. Roncaglia, que estaba amonestado, cometió una falta fuerte en el medio y debió ser expulsado, pero el referí Oses le perdonó la vida.
Para la segunda mitad, seguiría el dominio del local e incluso comenzarían a aparecer chances más claras. A los 49, tras una buena jugada colectiva, Román disparó desde el borde del área pero la pelota se fue alta. Diez minutos después, Riquelme dejó a Mouche solo frente al arquero del Corinthians, pero el 7 Xeneize definió despacio y con su pierna mala.
Erviti y Caruzzo eran los más sólidos en el elenco local, y fueron las figuras del partido. Finalmente, llegaría el gol Xeneize: A los 72 minutos, hubo un córner para Boca desde la izquierda. Centro, la bajó Caruzzo con un cabezazo, y llegó Silva para rematar de cabeza. Increíblemente, Chicao la sacó con la mano, pero Roncaglia llegó desde atrás y puso el 1 a 0 para el local. El árbitro, así como en su momento hizo con Roncaglia, le perdonó la vida al jugador del Corinthians.
A los 85 minutos, cuando ya se terminaba el partido y Boca buscaba el segundo gol, llegó el golpe. Pase en profundidad para Romarinho (que había ingresado a los 82), quién definió tranquilamente picandosela a Orion. Corinthians empataba contra todos los pronósticos y sin merecerlo.
A los 90, el Xeneize tuvo la última chance para ganarlo y partir tranquilo hacia Pacaembú: Centro, cabezazo de Viatri que da en el travesaño, y la pelota le quedó a Cvitanich que estaba solo frente al arco. Pero el delantero recién ingresado remató mal y la pelota se marchó sorprendentemente al lado del palo.
De todas formas, no fue un mal resultado. Corinthians se defendió bien, presionó cuando debió presionar y anuló constantemente a Riquelme. Si bien el Xeneize mereció la victoria, deberá viajar a Brasil y buscar la Copa de visitante. No será la primera vez: una antecedente marca que se ganó una Libertadores contra Palmeiras allá, habiendo empatado en La Bombonera. Será cuestión de poner todo y estar concentrado durante los 90 minutos que faltan. Sin duda, Boca puede. Siempre puede.