Boca sacò ventajas en la punta del Clausura

En este fútbol moderno, en el cual un mínimo detalle es la llave de un equipo para resolver una historia complicada, son pocas las veces en las que un equipo que se queda con 9 hombres puede sacar adelante un partido. Lo hizo San Lorenzo en aquel recordado 2-2 ante River por la Libertadores 2008 y lo logró el Boca de Falcioni en la tarde lluviosa de la Bombonera frente a un Colón que nunca le pudo encontrar la vuelta a un desarrollo que lo ‘obligó’ a ser protagonista. El gol de Silva llevó a Boca a volver a ser puntero único de un Clausura por el cual también pugnan Newell’s y Vélez.

El líder no tuvo un partido tranquilo, como ninguno de los que disputó en 2012, ante el Sabalero. Porque con la constante presión de los volantes (Prediger y Moreno y Fabianesi como abanderados) los visitantes fueron los que arrancaron manejando los tiempos del partido. Pero Orion respondió cuando lo llamaron y la ‘llama’ se fue apagando con el correr de los minutos. Llegó el golazo de Silva y las expulsiones de Insaurralde, primero, y de Clemente, a falta de 15 minutos dejaron el partido con los papeles cambiados: Boca defendiendo y Colón proponiendo.

Viendo la inacción de los santafecinos la pregunta decanta sola: ¿Cómo hacen los equipos que tienen que cambiar su plan cuando el partido lo obliga? La respuesta también es automática. Son muy pocos los que están capacitados para cambiar el chip y abandonar lo planeado para hacerle frente a los desafíos que presenta el fútbol. Cólon demostró no estar capacitado. Amontonó gente en ataque (Pellegrino terminó de 9) pero sólo con pelotazos a sus delanteros como opción no pudo complicar salvo en dos ocasiones a un seguro Orion. Beligoy (de flojo partido) terminó la historia. Una historia que mostró la entereza de un Boca que llega a la Libertadores de la mejor manera.

El otro equipo que llegaba líder al sábado era un Newell`s que recibía al ascendente All Boys. Un equipo de Floresta que viene en neta levantada y que le complicó la vida con su solidez y oportunismo a la hora de golpear en el arco de enfrente. Y los del Tata Martino lo sufrieron en carne propia . Tanto así que lo único que pudieron hacer fue festejar el empate de Tonso en la última jugada del partido. Un resultado más ajustado a lo que mostraron ambos en los 90 minutos, ya que el gol de Matos en el amanecer del primer tiempo había dejado ‘patas para arriba’ el ímpetú leproso.