Después de la goleada sufrida ante Colón, la salida de Alves y la posterior llegada de Pompei, Boca venció como local a Arsenal por cuatro a cero en un encuentro en el que el conjunto Xeneize mostró uan faceta totalmente opuesta a la enseñada durante todo el ciclo Alves. Juan Román Riquelme volvió a demostrar porque es uno de los mejores jugadores del fútbol argentino, participando de los goles de su equipo, marcando el suyo y asistiendo a Palermo para que por fin pudiera quebrar el record de Roberto Cherro.
El equipo de Pompei destrozó al conjunto de Burruchaga. Con el ‘10′ a un nivel similar al de sus mejores tiempos Boca es otro equipo. Los Xeneizes arrasaron con Arsenal desde el comienzo del encuentro: a los nueve minutos el Loco logró, por fin, quebrar el record de 218 goles de Roberto Cherro tras una gran asistencia de Riquelme. Dos minutos después el Pochi Chávez aumentó la diferencia a favor del Xeneize aprovechando el rebote otorgado por Cristian Campestrini.
En el segundo tiempo Boca ampliaría rápidamente la ventaja: a los dos minutos Riquelme ingresó en el área y definió al palo derecho de Campestrini, marcando un verdadero golazo (muy parecido al que le marcó a Gremio en la final de la Copa Libertadores 2007). A los 17 minutos del segundo tiempo Palermo cerraría la goleada y establecería su marca en 220 tantos. Los últimos 25 minutos fueron para que Boca se floreara y volviera a sonreir con una gran victoria sobre un equipo que venía en franco ascenso y que no pudo hacer nada ante la superioridad Xeneize comandada por sus dos máximos ídolos. Pompei también tuvo su responsabilidad en la victoria de su equipo: ordenó a las piezas y pudo, por ahora, formar una línea defensiva segura y sólida. Ahora su tarea deberá ser mantener al equipo y continuar sumando puntos durante las cinco fechas que faltan.
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