Boca y la practicidad

Boca maquilló con su habitual practicidad las enormes deficiencias futbolisticas que volvió a presentar y en su segundo encuentro consecutivo en la Bombonera se deshizo de All Boys, que aunque al fin y al cabo terminó perdiendo de forma justificada lo hizo por una diferencia que no se ajustó a lo que sucedió en el campo.

Sobreponiéndose a prolongados instantes en los que no se encontró cómodo y hasta fue superado por el once oriundo de Floresta, el equipo que conduce Julio cesar Falcioni solventó sus inconvenientes yendo de la mano del oportunismo, atributo del cual se valió para golpear en los momentos que más necesitaba hacerlo.

Gran reponsable de que esto suceda terminó siendo Santiago Silva, quien disfrutó nuevamente de la titularidad en un encuentro del certamen domestico tras ser expulsado ante Quilmes y cumplió con el deber que se le atribuye anotando el segundo y el tercero, con el que por más tiempo que sobrase el triunfo comenzó a vislumbrarse definitivamente encarrilado.

En el marco de un encuentro entretenido e intenso, mucho antes de que todo eso suceda la primera gran muestra de eficacia vino de la mano de Guillermo Burdisso, quien realizó su debut oficial con la camiseta Xeneize luego de haber viajado de urgencia desde Miami y mediante un cabezazo puso en ventaja al local, en lo que fue un gol que en realidad debió haber sido anulado por posición adelantada de Pablo Ledesma, cuando apenas se jugaban dos minutos.

Lo curioso del caso fue que el gol causó un efecto absolutamente contraproducente en Boca, que no logró hacerse del dominio del juego y doce minutos después recibió el empate, convertido por Ivan Borghello de cabeza, mediante la misma vía por la que se había puesto en ventaja.

A ese tanto le siguió un dominio claro de All Boys, que presionó muy bien en tres cuartos, teniendo en Oscar Ahumada a su patrón, jugó en campo contrario y se adueñó de forma clara del balón, al que manejó con criterio y precisión aprovechando bien cada espacio libre que fue encontrando a su paso.

Lo que sin embargo le faltó en dicho tramo al cuadro comandado por José ”Pepe” Romero fue traducir esas buenas intenciones en ocasiones de gol, las cuales en condiciones menos favorables tampoco gestó Boca, que aunque luego emparejó las acciones y disfruto de buenos destellos de Juan Sanchez Miño, no tan de extremo en esta ocasión, solo se acercó gracias a remates de larga distancia de Lucas Viatri y Ledesma y acciones a balón parado.

Lo que si hubo fueron polemicas, en primer lugar por un fuera de juego inexistente que le sancionaron a Borghello en una acción que terminaba en gol y en segundo por una falta que pareció no ser tal sobre Cristian Chavez que derivó en el tiro libre que luego desembocó en el segundo tanto de Boca, el primero anotado por Silva.

La injusticia representada en ese gol fue tan difícil de sobrellevar para All Boys que ni siquiera sirvió el paso por los vestuarios, tras el que un nuevo gol marcado por Silva luego de un gran desborde de Clemente Rodríguez allanó el camino de Boca -ya sin Oscar Ustari, lesionado- y conspiró en contra de la idea, para nada descabellada visto y considerando lo que hasta ese momento había sucedido, de igualar el encuentro.

A medida que el tiempo fue transcurriendo tuvieron sus opciones Martín Morel, Mauro Matos y Borghello, pero ante un Boca que parándose mejor logró asentarse y progresivamente comenzó a sacar provecho de los espacios para lanzar contragolpes que no terminaron en gol producto de malas decisiones en la resolución, nada resultó suficiente.

Nuevo encuentro, misma receta, idéntico resultado. Ganó Boca y aguardando el futuro inmediato, logró reacomodarse en un certamen que más alla de gustos y herramientas lo vuelve a tener entres sus más firmes contendientes.