El parate por Eliminatorias determinaba un fin de semana sin fecha del Inicial. Un respiro para varios equipos en jaque: entre ellos, San Lorenzo, que aprovechó para cambiar su cuerpo técnico y encaminar un nuevo proceso de la mano de Juan Antonio Pizzi. Y el otro era Boca, que para el mal momento que venía viviendo el equipo, significaba una buena oportunidad para reflexionar de cara a la recta final del semestre.
Falcioni y los titulares, cabizbajos al fin del primer tiempo en Paraguay
La racha negativa provocada por el 0-2 ante Lanús se sigue extendiendo aún cuando el Xeneize no juega partidos oficiales. La dirigencia aceptó dos amistosos en los que iba a formar parte de los aniversarios de Cerro Porteño y Atlanta respectivamente. Una buena causa; pero con una consecuencia preocupante.
Dejando fuera de análisis el 1-4 recibido por el combinado de la 4ta en Villa Crespo, la actuación en Paraguay dejó algunos (los mismos) interrogantes: ¿cómo se explica la anemia futbolística? ¿Errores defensivos inusuales ¿La escasez de situaciones de gol? Un fin de semana en el que Boca podía haber evitado dar pena en una cancha, lo hizo de todos modos.
Hoy por hoy no hay quien sea el generador futbolístico: ‘Pochi’ Chávez agotó sus oportunidades, Sánchez Miño quedó encajado sobre el lateral izquierdo (¡y lo que le cuesta marcar!), y Paredes debe seguir en el freezer. Si no muestra esa clase que predestinó Riquelme en un amistoso, o en un partido oficial con un rival con 10, ¿cuándo lo hará?. Claro que la culpa no es únicamente de él.
El doble nueve planteado por Falcioni limita claramente de mitad de campo hacia adelante. Viatri, que viene también en un nivel bajo, choca constantemente con Silva; y la ausencia de un jugador veloz que rompa las líneas con diagonales (eso que hacía Mouche el semestre pasado) repercute directamente en la falta de peligro que tiene el equipo.
Mientras tanto, el entrenador ya tiene escrita su sentencia, programada para diciembre. Con un equipo que parece entregado y que ha dejado las garantías de fechas atrás, se vienen dos semanas aún más complicadas, en la que lo único que callará los rumores será un triunfo. No por ser exitista, si no porque la situación ha llegado a su verdadero límite.