Revista Cocina

Bodegas Arzuaga, lechazo y vino de calidad

Por Ma. Emilia Méndez Luciano @cafeculinario
copas de vino Arzuaga Crianza

copas de vino Arzuaga Crianza

A sólo dos horas de Madrid se tiene acceso a la Ruta del Vino de la Ribera del Duero, en la que se puede visitar un sinnúmero de bodegas de la región. En una muy buena oportunidad para hacer enoturismo y turismo gastronómico, ya que en dichas tierras no sólo se pueden encontrar alguno de los mejores vinos de España, sino que también se puede degustar los famosos asados de cordero de lechal.

El lechazo o lechal es la cría de la oveja de cordero, que se alimenta sólo de la leche materna, y se sacrifica a los 25-30 días de vida con un peso vivo de 10-12 kilogramos, que se traduce en un peso ya preparado de 5 a 6 kilos. Puede tener hasta un 9% de grasa debido a que se alimenta exclusivamente de leche,  esto hace que esté lleno  de nutriente, jugoso y tierno.

Este tipo de asado es típico de la Ribera del Duero, sobretodo la oveja churra que es una raza originaria de Castilla-León. Su carne es rosada, tierna y muy suave. Se asa por cuartos, en cazuela de barro y en horno de leña. Y su sabor complace a los paladares más exigentes.

Con tal propósito, Café Culinario se acercó a Bodegas Arzuaga Navarro para descorchar nuevos aromas y sabores que ofrecen estas tierras. Al llegar comenzamos la degustación de vino en la larga barra que hay en su entrada; unas copas de Arzuaga Crianza, acompañada de una tapa de torreznos. Luego seguimos al salón, que cuenta con ventanales, desde los que puedes apreciar la hermosa vista de  los viñedos que conforman el paisaje.

vino Amaya Arzuaga

vino Amaya Arzuaga

foie

foie

Lechazo

Lechazo

Lechazo

Lechazo

Una vez allí, comimos foie de entrante, para mí un muy buen acompañante para un vino tinto de calidad, como el que bebimos, ya que nos obsequiaron con una botella de selección especial Amaya Arzuaga para degustar el foie y el segundo protagonista de la jornada, el lechazo, el cual habíamos reservado días antes. El lechazo estaba jugoso por dentro y crujiente por fuera como dicta la norma, deshaciéndose en la boca, realmente un manjar. Después, sellamos la jornada con un café y una copita.

 Para terminar nuestra visita, nos dirigimos a hacer la visita por la bodega y aprender sobre el proceso de elaboración de tan maravillosos caldos.

Definitivamente el restaurante de Bodegas Arzuaga-Navarro, es una excelente opción en la Ribera del Duero, no sólo para sorprender el paladar, sino también, para disfrutar a plenitud de la experiencia de visitar una bodega.


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Bodegas Arzuaga, lechazo y vino de calidad
Bodegas Arzuaga, lechazo y vino de calidad
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