Revista Cine
Bohemian rhapsody (Bryan Singer, 2018. GB & EEUU): esperado, y aplaudido por las masas pese a ser un film sencillamente correcto, biopicdel carismático líder (un Rami Malek totalmente entregado, tanto en esfuerzo interpretativo como en caracterización física) de una de las bandas más influyentes de la historia del rock, como fue en este caso Queen. Clásica en el peor sentido de la palabra, tanto estructuralmente como de contenido, ya que termina por no salirse ni un mínimo ápice de lo establecido, convirtiéndose en un film de estudio casi para toda la familia, a excepción de alguna sórdida imagen proveniente de las hedonistas aventuras homosexuales de Mercury. Superficial a más no poder (sobre todo en lo concerniente al resto de miembros del grupo), lo mejor viene a ser tanto la secuencia en la que se compone la canción que da título al film, como el resultado visual obtenido tanto en el prólogo como en el epílogo, en el famoso concierto del Live Aid. Fuera de eso, contentará a los fans de la banda británica, pero no es una película trascendental. Ni muchísimo menos. Del autor de la, a la vista del camino que tomó su carrera posteriormente, lejanísimaSospechosos habituales (1995), un Bryan Singer que resuelve el material con cierta agilidad.