Todo el finde ha hecho un tiempo con mucha lluvia y
más bien frío, apetecía después de un buen paseo con el que llenar los pulmones
de aire fresco, de ese que te hace sentir viva, encender el horno y hacer algún dulce rico, así que hice estos
bollos suecos de cardamomo. Hace mucho tiempo que quería subir la receta al
blog, así que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid cuando los saqué
del horno y antes de que empezaran a desaparecer les hice unas cuantas fotos.
El cardamomo es una planta procedente de la India
cuyas semillas, que son muy aromáticas, son muy utilizadas en ese y en otros
países en la cocina y en la repostería. En concreto en los países nórdicos es
muy utilizado en la bollería y en las galletas.
Estos bollos son una auténtica delicia. No son
especialmente complicados de hacer y si te pones en modo ultrarrápido los
puedes tener horneados en hora y media de reloj. Hoy vamos a poner dentro un relleno de
cardamomo pero puedes utilizar la misma masa y hacer una preparación de canela
para el relleno, y en ese caso tendrás rollos de canela.
Te recomiendo que tengas todos los ingredientes a
temperatura ambiente antes de empezar.
INGREDIENTES
(Con estas medidas salen unos 30 bolitos, ten en
cuenta que puedes hornear parte y congelar otros una vez formados)
Para la masa
780 g de harina
425 g de leche templada
150 g de azúcar
150 g de mantequilla derretida
25 g de levadura fresca de panadería (8 g si usas
la seca, liofilizada)
9 g de sal
2 cucharaditas de café de cardamomo molido*
Para el relleno
140 g de mantequilla
140 g de azúcar moreno
80 g de harina de almendra
2 cucharadas de café de cardamomo molido*
*El cardamomo lo puedes comprar ya molido, o
molerlo tu, pero ten en cuenta que sólo se muelen las bolitas que hay dentro de
las semillas, no la cáscara. Es difícil moler pequeñas cantidades pero puedes
usar un molinillo de café.
MODO DE HACER
1. Mezclar la leche tibia con la mantequilla
derretida, añadir el azúcar y el cardamomo y disolver la levadura en este
líquido.
2. Colocar 2/3 de la harina en un bol junto con la
sal y añadirle la mezcla de leche y levadura.
3. Remover hasta que todos los ingredientes estén
bien integrados y seguir removiendo durante unos minutos.
4. Añadir lo que queda de harina (poco a poco
teniendo en cuenta la que admita) y empezar a amasar. Seguir amasando hasta que
obtengamos una masa lisa y brillante.
5. Bolear, colocar en un bol con la parte fea hacia
abajo y cubrir la masa con un poco de aceite para que no haga costra. Tapar con
un trapo (yo le pongo un gorro de ducha al bol) y dejar reposar hasta que doble
el volumen.
6. Mientras tanto se prepara el relleno, para ello
se ponen todos los ingredientes en un bol y se mezclan hasta conseguir una
pasta.
7. Cuando la masa haya doblado el volumen se saca a
la mesa, se desgasifica y se extiende con un rodillo en un rectángulo.
8. Extender sobre 2/3 del rectángulo el relleno
dejando un tercio libre. Ese tercio lo doblamos hacia el centro. Después se
dobla hacia el centro el tercio que ha quedado viéndose el relleno. Nos quedará
un rectángulo con tres capas.
9. Tapar con un trapo y dejamos reposar unos 5
minutos.
10. Ponemos el rectángulo con el lado corto
paralelo al borde de la mesa, y cortamos tiras de un dedo de grosor, saldrán de
26 a 30 tiras.
11. Retorcer las tiras sobre ellas mismas y formar
una espiral.
12. Colocar los bollitos formados sobre una bandeja
forrada con papel de horno, pincelarlos con huevo batido y ponerles encima
azúcar perlado y dejar levar nuevamente hasta que doblen el volumen. **
13. Hornear a 250ºC durante unos 6 minutos. Los
bollitos deben salir del horno blandos.
14. Pasar a una rejilla y dejar que enfríen.
**En este punto puedes meterlos en un tupper y
congelarlos para hornearlos otro día en el que se sacan del congelador, se espera
a que se descongelen y se hornean igual que en el punto 13.
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