Titulo original: BOMBA THE JUNGLE BOY ON TERROR TRAIL; or, The Mysterious Men from the Sky (1928)
Autor: “Roy Rockwood” (probablemente John Duffield )
Colección: Robin Hood nº 96
Edita: Acme, Buenos Aires, 1958
Tras vencer a Japazy al final de Bomba en la Ciudad Abandonada, Bomba y su fiel acompañante Viern… perdón, Gibo, se dirigen rumbo a la aldea del jefe amigo Hondura, donde se encuentra su mentor, el semi demente Cody Casson. Bomba lleva con él un libro manuscrito de Japazy donde espera hallar alguna respuesta sobre su origen. Pero, desgraciadamente, su camino se desvía por un sendero más peligroso que día de elección en Haití. Por este sendero del terror se topará con jaguares, serpientes, caimanes, plantes que exhudan ponzoña y una tribu de caníbales que quiere merendárselo. Y, mientras avanza trabajosamente por la selva, verá pasar por su cabeza un avión, pilotado por dos hombres blancos que andan buscando a su compañero, perdido en la zona. Desde ya Bomba lo rescatará y ganará su gratitud, con rescate final vía avión (y miedo supersticioso de Gibo ante el artefacto, porque todo indio que se precie es supersticioso en las novelas de Bomba) de pro medio. Finalmente, llegará a la aldea de Hondura y Casson leerá el libro, descubriendo algo de sus padres (Andrew y Laura Barton) y su nombre original: Bonnie Andy o “Bonny” Bartow. También que Japazy odiaba a los Bartow por un problema de celos y que, al llegar a Brasil en una gira algo pasó. Qué no se sabe porque , justo faltaban unas páginas, arrancadas en medio de la captura de Bomba por un caníbal desconsiderado. Pero bueno, de a poco las piezas del rompecabezas de la serie se van organizando y Bomba ya sabe u n poco más sobre su origen.
Desde ya que los mismos estereotipos racistas sobre los indígenas siguen perneando la narración y la historia es medianamente similar a los tomos anteriores. Pero al menos esta vez no termina el libro con un cataclismo natural y las pistas del libro sirven efectivamente para avanzar la intriga de la serie. Si, no es mucho, pero yo no espero a estas alturas demasiado de la saga.