Revista Cocina
A veces nos complicamos la vida nosotros mismos, buscamos nuevas recetas por google, Pinterest, blogs…. sin darnos cuenta de que las mejores recetas las tenemos ahí mismo. Recetas de toda la vida, con las que has crecido, que nunca te cansas de comer.
Por eso hoy os he querido traer esta receta.
Con el otoño llegan los boniatos, esas patatas naranjas que están tan buenas y que de ellas te comes hasta la cascara jajaja y no es broma eh? que en casa cuando los asamos entre las brasas y ceniza siempre nos la comemos, ñammm
En casa siempre los ha hecho mi madre, la de atracones que nos habremos dado en casa con ellos jajaja. En cuanto los sacaba de la olla a un cuenco aun humeando y súper calientes ya estábamos con cuchara en mano dispuestas a abordar el cuenco mientras, mi madre por detrás…”muchachas dejad que se enfríen que luego os va a doler la barriga” nada, se sopla un poco y punto jajaja y el caso es que fríos están mucho más ricos.
A sí que os aconsejo que esperéis a que se enfríen por completo antes de comerlos, veréis como me dais la razón.
Ingredientes: Boniatos (yo dos uno grande y otro mediano) Leche (la suficiente para cubrir los boniatos)Azúcar (dos cucharadas o al gusto)
No os pongo cantidades pesadas, si os decidís a probarlos veréis como no es necesario. En casa nunca las pesamos y nunca fallan.Pelamos los boniatos y troceamos como si fueran para un guiso pero sin cascarlos.Los ponemos en la olla exprés cubrimos con leche y añadimos el azúcar.
Movemos un poco con una cuchara cerramos la olla, la ponemos al fuego y cuando comience a pitar la dejamos 10 minutos.
Dejamos reposar la olla templar antes de abrirla y ponemos los boniatos en una fuente.Y listos!!!
Dejad que se enfríen u os dolerá la barriguita!!!!
Besos a todos, nos leemos pronto!
PD. Se me pasaba deciros que con esta receta participo en el grupo Reto 52 Weeks