Por favor, cuida de mamá, de Kyung-Sook Shin es uno de los libros que más me han emocionado en lo que llevamos de año. Narra la desaparación de una mujer, una madre y esposa en la estación de Seúl. Mientras su familia la busca, todos recuerdan el pasado de su madre, las promesas que se quedaron por cumplir, los viejos errores, las palabras que no se dijeron. Es un libro lleno de sentimientos, escrito con elegancia y sencillez, que toca el corazón.
El Universo en tu mano, de Christopher Galfard, libro que todavía no he terminado pero que estoy disfrutando mucho. Es un libro científico, que nos habla del cosmos, del universo, y también del mundo atómico. Hay capítulos que son algo densos y que tratan temas difíciles, pero el autor explica todo fenomenal y cualquier persona, aunque no tenga estudios científicos, puede leer este libro y enterarse de lo que cuenta.
Me encantaría formar parte del grupo de amigas de Las gallinas locas, de Cornelia Funke. Este grupo de cinco amigas es muy especial, y me encantaba cuando era pequeña. Se apoyan las unas a las otras y viven muchísimas aventuras y amoríos, y desde luego leer los libros es una delicia.
Demasiado tiempo llevaba yo sin recomendar a esta autora, así que ahora os voy a hablar de Jardín de invierno, de Kristin Hannah. En este libro, la madre de nuestras dos protagonistas -dos mujeres ya adultas y con la vida hecha- empieza a contarles un cuento, que no es otra cosa que su juventud y todo lo que vivió durante el asedio a Stalingrado durante la IIGM.
Lugares oscuros no es el libro que más me gusta de Gillian Flynn, de hecho podría decir que en algunos aspectos me decepcionó un poco. Sin embargo, no puedo negar que tiene una historia oscura y retorcida, como ya es costumbre en la autora, protagonizada por personajes que distan mucho de ser buenas personas, que están llenos de defectos y de traumas, y que tejen una trama misteriosa y agobiante.
Hacía mucho tiempo que no venía a mi memoria este libro, La evolución de Calpurnia Tate, de Jacqueline Kelly. Realmente transcurre durante el verano, no durante el otoño, pero igualmente lo he puesto en esta categoría porque es uno de esos libros cortitos, que se leen rápido y que dejan con muy buen regusto. Es una historia muy tierna y recomendada para todo el mundo.
Llevo bastante tiempo queriendo releer El nombre del viento, de Patrick Rothfuss,y la verdad es que el otoño es una estación perfecta para reencontrarse con este libro. El tono que tiene y el tipo de narración me pegan muchísimo para leerlo durante esta época del año.