Estoy un pelín nervioso porque hoy es mi primera vez. SI, y como es normal, ese nerviosismo se debe a que espero dar la talla y que el mismo no desemboque en un gatillazo...Ay qué nervios, por Dios...
Y es que ésta es mi primera aportación como participante del grupo DESAFIO EN LA COCINA, donde todos los primeros de mes, un grupo de desafiadoras malas malísimas proponen la realización de una receta dulce o salada que se debe publicar concretamente los días 20 de cada mes. Podéis ver las recetas del resto de mis compañer@s picando AQUÍ. Éste se trata del séptimo desafío y las "malísimas" han tenido la original idea formar tres grupos y asignar a cada uno de ellos una receta concreta. A mí particularmente me correspondió realizar una receta de PASTA AL PESTO, con la que espero entrar con buen pie en éste grupo tan fantástico y abierto a todo aquel que quiera formar parte de él.
A pesar de tener albahaca plantada en casa, decidí hacer un pesto diferente, de espinacas, que si os soy sincero, me ha gustado más, si cabe, que el pesto de albahaca.
INGREDIENTES:
- PARA EL PESTO:
- 300 grs. de espinacas frescas. (Una bolsa de las de Mercadona)
- 1 bote de piñones (75 grs.)
- 1 diente de ajo.
- 50 grs. de queso parmesano rallado.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen extra al gusto.
- PARA LA PASTA:
- 300 grs. de pasta CAPRICCI.
- 1 litro de agua para cocer la pasta.
- Sal.
- PARA EL MONTAJE DEL PLATO:
- Tomatitos cherry.
- Queso parmesano laminado.
- Comenzamos preparando la salsa pesto y para ello trituramos todos los ingredientes del pesto excepto el aceite, en la thermomix, 20 segundos, velocidad 5.
- Sacamos la picada del vaso de la thermomix y lo vertemos en un bote o tarro e hidratamos con la cantidad de aceite de oliva que consideréis necesaria, dependiendo de si la salsa os gusta más o menos fluída.
- Cocemos la pasta en agua con sal durante 8-9 minutos o lo aconsejado por el fabricante.
- Escurrimos la pasta y la meclamos con la cantidad de salsa que veamos conveniente.
- Emplatamos adornando con unos tomatitos cherry y una láminas de queso parmesano que habremos laminado con un pelapatatas.
- Yo me permití la licencia de montar el plato como veis, pinchando un palillo en cada mitad del tomate e introduciendo un Capricci en cada palillo para que se mantuvieran de pie, simplemente para fotografiarlo, porque bonito queda, pero ¿cómo se comen?. Pelín incómodo ¿no?