De nuevo a la vida normal. La semana santa me ha echo volver a la realidad.
La verdad no se por donde empezar. Hay tantas cosas que contar y decir que no sabría muy bien por dónde narrar mi aventura tras cruzar el charco a tierras Americanas.
Ha sido una experiencia increíble, en 9 días he rodado mi propia película. Era uno de los tantos sueños que tenía y no quería morirme sin haber pisado la Gran Manzana. Por fin lo que conseguido!!!
Empezaré diciendo que tuvimos mucha suerte a la hora de coger el hotel y los vuelos y , aunque tuvimos que hacer escala en Zurich y esperar en el aeropuerto 5 horas y media para hacer la siguiente escala a Boston, no por ello me iba a desespera. Al contrario allí empezaba mi aventura...
Los vuelos fueron genial, sino no estaría aquí escribiendo esto, en el viaje de ida me tocó una amarga pareja que no se dijo ni una palabra en todo el vuelo. Y no era porque eran mudos o sordos, es que estaban bajo el efecto de algún tipo de droga o más bien, poseían un aura que los rodeaba de vapores de vino y cerveza que les acompañó en todo el viaje. Por poco saquearon el mini bar del avión. Hubo un momento que vi a la mujer intentando coger la botella de vino, pero por más que lo intentaba, su visión no enfocaba en la dirección correcta. Eso sin contar la orquesta sinfónica de ronquidos que nos acompañó durante todo el vuelo a Boston.
Menos mal y gracias a dios que los aviones de hoy en día poseen pantallas con miles de películas, documentales, música y todo ello acompañado de unos auriculares súper potentes para amortizar otros no tan deseados.
Pero esto no es ni por mucho lo peor del viaje jaja, sino algo divertido. Lo peor vino cuando la amable azafata nos entregó unos papeles que había que entregar en la aduana de entrada a EEUU. A mí nadie me informó de esto y si, llevaba semillas de girasol camufladas en la maleta jajaja. Mis miedos empezaron a brotar cuando me di cuenta que podían registrar mi maleta y pasar dos cosas: o me ponían una multa y me confiscaban el producto o me negaban la entrada al país y me embarcaban en un vuelo de vuelta a Madrid (y todo por meter las puñeteras PIPAS en mi maleta). La cosa es que no eran para mí, pero tu explícales a esos amables policías de aduana que eso no es tuyo. Era un regalo para los estupendos amigos que nos habían acogido en su casa, durante nuestra breve visitante y que además estaban esperando en el aeropuerto. Pero aunque estaba muerta de miedo no dejaba de pensar en las pipitas (vale, ya se que no es para tanto...pero el susto me lo llevé)
Como buena persona que me considero y se me da muy mal mentir, señalé la casilla de que llevaba comida en la maleta, aun así fui legal 100%.
Al final todo quedó en una anécdota más que contar, pasamos el control, nos ficharon con huellas y foto y... "Welcome to America"
Nuestros amigos J y D (los dejaremos en el anonimato) nos recogieron y nos enseñaron su precioso apartamento. Tengo que reconocer que las vistas desde un piso 24º son increíbles y la vista de noche era preciosa. La primera parada gastronómica fue un Italiano muy famoso en Boston, el restaurante es muy pequeño pero por dentro es muy acogedor. Aquí me di cuenta de lo pesado que puede llegar a ser un camarero, de ahí sale su sueldo con las famosas "propinas". En algunos sitios va incluida en el precio final, otras no y, es ahí cuando agradeces haber ido al colegio, y entiendes cual era el objetivo de estudiar Matemáticas. Tienes que sacar del 10 al 15% del total y redondear para completar la factura.
La cena muy rica, aquí tenéis algún que otro plato.
Ensalada César
Ensalada de Frutas
Tallarines con Almejas Sopa con gambas y tomates cherry
Para hacerlo más emocionante... Continuará (Iré subiendo cada día un trozo del guión)