Botar jugando.

Esta semana nos han sorprendido con la publicación de un nuevo trailer de Silent Hills, el juego de terror capitaneado por Hideo Kojima y Guillermo del Toro que acogerá la nueva generación de consolas. Si el teaser jugable al que tuvimos acceso hace unas semanas ya nos daba una idea de las macabras intenciones de los creadores, este nuevo video ha llegado para dar un puñetazo en la mesa y callar al personal de golpe. No sólo triunfa en lo referente a lo visual, que presume de realismo y una iluminación impecable, si no por la suavidad con la que ambos creadores proponen cambios en los escenarios; lo que antes se anunciaba mediante una sirena ahora parece emerger de manera fluida, pillándonos por sorpresa y exhibiendo un grado de detalle espectacular.

No son pocos los sustos que nos deparan estas píldoras de las nuevas entregas de  Pueblo Silencioso, y no será porque no estamos acostumbrados a botar jugando. Como en las mejores películas de terror, el mundo de los videojuegos siempre tiene preparada una sorpresa para acelerar tu corazón. 
Slenderman. Si lo buscáis en Youtube, encontraréis un montón de videos con cientos de gamers brincando de sus asientos como si tuvieran hormigas dentro de la ropa. El problema es que hay gente en el mundo que otorga a la figura una influencia real en sus vidas, y convierte al videojuego en algo verdaderamente escalofriante por su relación con la crónica de sucesos.

En Resident Evil 2, en la sala de interrogatorios ¿La tensión se palpaba durante todo el juego, a lo que ayudaba bastante la música y una cámara que sólo desvelaba el siguiente escenario avanzando con el personaje a modo de cambio de plano; dos pasos más allá podías encontrarte con un percal importante. Sin embargo, este momento totalmente inesperado en el que un licker traspasa el cristal de interrogatorios para saludarte se lleva la palma. Recuerdo haber tirado el mando a la televisión y haber tenido que empezar desde el último guardado, porque, claro, fui incapaz de hacer frente al monstruo que me devoró vivo.

Dead Space. En realidad las tres entregas (un poco menos la tercera, centrada en la acción pura y dura) mantienen un nivel de tensión bastante elevado gracias a una música y una ambientación espectaculares. Pero sin duda el momento en el que aparece el primer necromorph de pronto, pillándote en pañales para combatirle, es un susto asegurado y cruel.

Condemned: Criminal Origins. Condemned, incluyendo la segunda parte,  siempre me ha parecido aterrador. Oscuro, desagradable, bien hecho para hacer que te revuelvas en el sillón. Pero, y no estoy exagerando, después del susto en el armario tuve que venderlo. Llegué a la conclusión de que me sentía ridículo botando y sufriendo y tirándome de los pelos mientras jugaba. Condemned me hizo sentir como un niño de cinco años  con gafas ridículas otra vez. Literal.

Hay algo en los juegos de terror mucho más potente que cualquier herramienta utilizada en el cine. Ni la mejor ambientación puede hacerte sentir parte del horror como cuando coges un mando y te conviertes en el guía del tren de la bruja. Así que ya sabéis, amantes de la  next-gen y yonkis de la nostalgia, probad algunos de los que os he recomendado y preparaos para sufrir...