Revista Comunicación

Branding en desarrollo de sus equipos de trabajo

Publicado el 14 enero 2013 por Aracelimasarte @AraceliMasArte
La Imagen Corporativa sostiene la tesis de que las estructuras piramidales, son las únicas capaces de sostener proyectos cuando las proporciones se maximizan, sin embargo, podemos reconocer esas mismas estructuras, incluso en modelos de negocio a pie de calle, de no más de un trabajador y un dueño o encargado. 

No es que la estructura jerarquizada sea la única sostenible, es la idea de que la contención de la unidad pasa por una persona o grupo reducido de personas que, de alguna forma protegerán y proyectarán a la rígida idea inicial, sin contaminar, con la aportación de nuevas ideas o ideas diferentes que, quizá, provoquen el hundimiento del proyecto, si no son supervisadas por las personas que manejan toda la información. 

Mientras la Imagen Corporativa entiende los encuadres como líneas rígidas de actuación que se replica clonándose constantemente en el tiempo, Branding y la Imagen de Marcas, ponen el encuadre a trabajar, al completo, para flexibilizar toda la estructura que comienza a vivir en una transformación constante que revisa y modifica el proyecto, en base a los cambios y necesidades percibidas, a través de la relación, a tiempo real, con los grupos interesados. 

Las estructuras jerarquizadas necesitan control absoluto sobre el contexto, las construcciones de Branding, revelan el contexto del proyecto empresarial y sus estrategias habituales, como líneas inspiradoras capaces de relanzar un conato de improvisación, completamente enmarcada. 

El control que se manifiesta en forma de replica, de forma constante, busca el resultado ya experimentado en el pasado, como el único objetivo y para obtenerlo se precisa de un aprendizaje mecánico del discurso y de las acciones. El personal, solo ha de ser supervisado para desvelar donde pierde su actuación mecánica y dirección ordenada para volver a recuperar el automatismo. La figura del director del equipo de trabajo, consiste única y exclusivamente en aportar el registro de las "infracciones" y dotar de valor productivo las estrategias heredadas, cuando las estrategias comienzan a ser obsoletas, con gran dificultad, se llega a asumir que el interlocutor ha cambiado sus hábitos y que son las réplicas las que han dejado de ser efectivas y útiles.

Para los sectores alejados del entorno artístico la improvisación tiende a ser considerada carente de valor estratégico por la aparente falta de trabajo previo pero no deja de ser más que una percepción de completa apariencia, la falta de trabajo y estrategia, a la que se llega por falta de conocimientos reales de como acontece y se lleva a cabo todo el proceso de la improvisación.

Cuando Branding, logra revelar el contexto del proyecto empresarial y sus estrategias habituales como líneas inspiradoras capaces de relanzar un conato de improvisación completamente enmarcada en la Imagen Corporativa, nace la innovación y cuando aparece ese proceso innovador, realmente, es cuando se adquiere la habilidad de crear una Imagen de Marca, en constante evolución, según los cambios que acontecen en las comunidades donde habita.

Para que Branding logre poner el pie ese cambio estructural, el primer gran obstáculo con el que se encuentra, en proyectos o personas que quieren levantar un idea empresarial pasa por asumir que, dentro de un contexto, propuesta empresarial o proyecto, todos los implicados en la tarea, han de adquirir un gran valor para los gestores principales. Si además, el empleado, con su tarea, terminará rozando a alguno de los grupos interesados, aún siendo su tarea la menos cuidada por la Imagen Corporativa, para Branding, adquiere un valor de máxima importancia. 

El segundo obstáculo, pasa por entender que solo un trabajador con el máximo de necesidades cubiertas, ayudado por el proyecto empresarial, es el único que mostrará fidelidad, encontrará la confianza básica para dar la información que obtiene, lo que enriquecerá y ofrecerá innovación al Valor Funcional, encontrará el camino adecuado para desarrollar formulaciones aportando soluciones de forma creativa, que es la única forma de generar Valor Emocional trasladando belleza a todo lo que se toca y levantará un Valor de Responsabilidad Social Corporativo, correcto que le puede convertir en embajador de la Marca.

Para lograrlo, esa información que ahora solo es acumulada por las juntas decisorias y trasladada en forma de órdenes a toda la cadena, debe correr libre por todo el tejido y en los puntos menos atendidos, hasta el momento, debe lograrse generar un espacio donde sea habitual trasladar la información que a las junta directivas, nunca interesó porque creyó obtenerla solo a base de costosos estudios de mercado que, nunca son a tiempo real.



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