El equipamiento es un arma en la lucha contra el terrorismo
Imagen cortesía de: Marcos Santos/USP
Una alianza entre Brasil y Estados Unidos, en la lucha contra el terrorismo, resultó en la creación de un robot (foto) que detecta armas químicas, como: los gases mostaza, sarín, VX etc. El proyecto – llamado de “Loar 3”, que significa “Laboratorio en un robot”, en la abreviación inglesa (Lab on a Robot) – ha sido desarrollado por el Instituto de Química de la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, junto con la Universidad de Texas, en EEUU, siendo financiado por la Marina estadounidense.
Todos esos productos químicos pueden matar en algunos minutos, al actuar directamente con el sistema nervioso y/o en la circulación sanguínea.
El robot, divulgado recientemente por la prensa, tiene ruedas y dos equipamientos que ayudan a detectar armas químicas: el primero es un biosensor que detecta los componentes en el aire. El segundo, llamado de electroforesis capilar, recoge muestras de aire y las envía a una cámara de agua, la cual separa los materiales recogidos y los identifica. Los datos analizados son enviados a una base por tecnología inalámbrica, parecida a wireless.
En una base militar, por ejemplo, la máquina podría preceder el desplazamiento de personas para locales que estuvieran sospechosos de contaminación, antes de suceder.