En 1296, John Bailleul, Señor de Escocia fue depuesto por Eduardo I, Rey de Inglaterra. La consecuencia fue el estallido de una tremenda revuelta campesina en tierras escocesas que los recientes conquistadores no tardaron en dominar. El testigo del movimiento insurreccional lo tomó William Wallace, un miembro de la pequeña aristocracia campesina de las Lowlands (Tierras Bajas) que pasaría a la posteridad por su apodo de “Braveheart” (corazón valiente).La lucha comenzó cuando. Para vengar la muerte de la mujer de un amigo, Wallace atacó y dio muerte al sheriff inglés de Lanark.fue la chispa que encendió la mecha revolucionaria. En pocos días se formó un ejército de campesinos, artesanos y pequeños terratenientes que, a las órdenes de Wallace y armados de cualquier manera, El 11 de septiembre de 1297 logro derrotar a las tropas inglesas que, bajo el mando del conde de Surrey, cruzaban el estrecho puente sobre el rio Forth, en las inmediaciones de la fortaleza de Stirling.
Desde entonces la carrera de Wallace fue imparale.fue nombrado caballero y guardián del reino en nombre del depuesto Bailleul pero, pese al éxito inicial de sus campañas, la escasez de medios y la falta de preparación de sus tropas condenó al fracaso la intentona revolucionaria. El 22 de julio de 1298 las tropas inglesas bajo el mando de Eduardo I de Inglaterra y las tropas escocesas se enfrentaron en Falkirk. La caballería ligera escocesa nada pudo hacer contra los arqueros ingleses. Wallace logró escapar y se mantuvo escondido en unos bosques y durante meses se pensó que había muerto en la batalla. La reconquista de castillo se Sirling por las tropas inglesas, hizo que la mayoría de los clanes nobiliarios escoceses se aprestasen a firmar la paz. Pero Eduardo I se negó hasta que no le entregasen a Wallace. El 5 de agosto de 1305, Wallace fue hecho prisionero y luego procesado y condenado por alta traición. Tras dictarse sentencia, Wallace fue colgado en la plaza pública, sus vísceras se quemaron ante sus ojos mientras aun le quedaba un hálito de vida. Posteriormente se le decapitó y fue desmembrado. Como castigo ejemplar, su cabeza permaneció expuesta en Newcastle y el resto de sus despojos en Berwick, Perth y Stirling.