FIFTY-ONE
TIC, TAC, TIC, TAC... (contiene spoilers)
Breaking Bad vuelve una semana más con lo mejor de la quinta temporada hasta la fecha. Un capítulo magistral de inicio a fin.
No se puede recordar Fifty-one sin pensar en ese desconcertante inicio donde regresa el ego y gorro de Heisenberg. El asunto de los coches era una que le tenía guardada a Skyler….
El nombre del capítulo indica que sólo queda un año para que el famoso flashback de inicio de temporada se vuelva realidad y que estamos ante el último cumpleaños en el que Walter pasará “en familia”.
La tranquilidad con la que se toma el asunto de sus negocios sucios hace que se espere una fiesta sorpresa… Pero ante una mujer ausente, y con miedo de todo lo que hay tras él, estaba bastante claro que no se iba a encontrar con matasuegras y serpentinas al llegar a casa. En su lugar, prepara una cena con Hank y Marie dónde Skyler hace un numerito en la piscina para llamar la atención y tener una excusa para que sus hijos se marchen durante un tiempo. Los guionistas están consiguiendo lo imposible: que nos empiece a caer bien Skyler y le cojamos odio a Walt… cosa que un año atrás nos parecía tan inverosímil como que Walter Jr cambie de marca de cereales.
Lo que viene a continuación quedará marcado como LA ESCENA de la serie. Un cara a cara entre marido y mujer… y una conversación que te deja los pelos de punta:
-Wait for what?
- For the cancer to come back.Algo que me ha llamado la atención es que este capítulo esta dirigido por Rian Johnson, el hombre que está detrás de Fly. Sus dos únicas participaciones en la serie y resultan ser mis dos capítulos preferidos. No es casualidad, porque maneja la tensión como nadie... y en ambos capítulos da esa sensación de que algo va a estallar en cualquier momento.
Este ha sido un capítulo para la familia White, exceptuando a un par de personajes que siguen con la misma actitud: Hank cada vez más cerca de descubrir todo, Mike demostrando quién manda y Pinkman tan iluso como siempre... Breaking Bad nunca dejará de sorprender, y cada vez tengo más claro que quedará marcada como una de las mejores obras de la televisión.