Copa del rey
No faltaban alicientes deportivos para el cierre de la temporada futbolística nacional. A la final de la Copa del Rey habían llegado 2 de los equipos que mejores sensaciones habían dejado a lo largo de los últimos tiempos. Maestro contra alumno, partido de entrenadores también, ambos apostando por filosofías similares, ambos viven el fútbol al 200%.
Las alineaciones mostraban lo duro que había sido el curso, numerosas bajas jalonaban ambos 11 haciendo que jugadores no demasiado habituales tuvieran su oportunidad en una cita trascendental para ambos conjuntos.
El fútbol son estados de ánimo dijo Jorge Valdano en su día, esto puede resumir lo que pasó en el Vicente Calderón. El Athletic de Bilbao, tras perder la final de la Europa League ante el Atlético de Madrid, vio posible que una de las mejores temporadas de los últimos 30 años, podía acabar sin sacar la gabarra. Necesitaba asentarse en el campo, sentirse seguro. El Barça le dió 3 minutos, suficientes para crear 3 oportunidades de gol y definir con éxito la 3ª. Punto y final, a partir de entonces se vió que cualquier esfuerzo sería en vano. Los goles fueron cayendo uno tras otro, hasta llegar al 3º en el minuto 25. Allí se dió por finiquitado el partido. El resto, relleno, hasta el final.
Si el Athletic no se lo creía, el Barça llegó al partido hipermotivado, último partido de Guardiola como entrenador, partido de reivindicación de una plantilla que, a pesar de no haber ganado ninguno de los títulos gordos esta temporada, ha competido magníficamente, dando muestras de su ingente calidad.
Se reivindicaba un acompañante en la faceta goleadora para el incalificable Messi, apareció Pedro, buena noticia para el Barça y para la selección española, que encuentra un complemento para la parte de arriba, donde no sobran alternativas fiables. Buena actuación de Montoya, que también aparece en las quinielas para la lista de la Eurocopa, saldremos de dudas cuando Del Bosque confirme los convocados.
El futuro que se abre para los 2 equipos es apasionante. El Athletic de Bilbao tiene que autoconvencerse de que no ha tocado techo, la clasificación para Champions League y ganar, por fín, de nuevo un título, tienen que ser objetivos lo suficientemente motivadores como para que sigan evolucionando. Bielsa tiene que ver si tiene fuerza para guiar a los leones.
Cambia de entrenador el Barça, Tito Vilanova recoge el guante de Guardiola con la obligación de seguir realizando el mejor juego del planeta y de conseguir los máximos títulos posibles. Cuenta con una gran plantilla para ello.
El partido deja otro epílogo, supercopa de España entre los dos grandes mundiales, ojalá el protagonista sea el fútbol y no se encrespe demasiado el entorno. Mourinho viene de ganar la liga, así que estará relajado, a ver si entierran el hacha de guerra con Tito Vilanova.
¡¡Enhorabuena al Fútbol Club Barcelona por su título de copa!!