Brindo por el bebé que crece en mi interior, milagro de la vida que llegó para enseñarnos a creer siempre en los sueños, en la curación por el amor, y en el poder de la vida que se abre paso cuando menos lo esperamos.
Brindo por mi útero expansivo y nutriente, mi femineidad sagrada, mi sexualidad amorosa y abierta.
Brindo por mi princesa primogénita, que nos llenó de luz y nos abrió los ojos a las grandes verdades de la vida.
Brindo por mi marido-amante-amigo, compañero de 16 años, hombre seguro que sabe acompañar y respetar, cuidar y sostener.
Brindo por mis padres y hermanos, llenos de salud y de alegría, raíces y troncos del árbol que se expande.
Brindo por mis amigas, tribu de mujeres que me han mostrado el verdadero poder femenino y la bendición de ser apoyada desde la empatía y la cooperación.
Brindo por mis amigos, hombres nuevos que saben amar, crear y compartir con talento, humor y entusiasmo.
Brindo por todos y todas quienes se atreven a amar, sin límites, sin prejuicios, sin reglas... por toda la gente linda que anda por aquí y que hacen que la vida y el mundo valgan la pena.
¡Feliz Navidad, Felices (Re)Nacimientos!