Hay discos que a simple vista no dicen mucho, pero con el tiempo y unas cuantas escuchas, se les termina cogiendo el gustillo, y se convierten en uno de esos trabajos a los que de vez en cuando se puede recurrir. Eso es lo que pasa al debut de Brown Recluse, un sexteto de Philadelphia que le da el pop que da gusto. Esto tiene su parte mala, ya que en esta época en la que todo va tan deprisa, un disco como este tiene todas las de perder, y muchas papeletas para pasar desapercibido. Lamentablemente es lo que está pasando, ya que hace unas semanas que esta publicado y no he visto mucha información de el por la red.
En Evening Tapestry encontramos todo un repaso al mejor pop. Tiran tanto del pop más sixtie, en el que inevitablemente recuerdan a grupos como Belle & Sebastian o She & Him, como del rollo más psicodélico. Y es que hay partes (Summer Showers o Wooden Fingers) en las que podríamos estar hablando de un grupo de Elephant 6. Eso es lo bueno de este trabajo, que no se estancan en un tipo de pop en concreto, y a base de meter todo tipo de instrumentos – encontramos mucho órgano; unas cuantas trompetas y algún que otro xilófono- , les ha quedado un álbum de lo más ecléctico y lleno de canciones que son la perfecta banda sonora para este verano que está al caer.
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