…Para vidas que cambian…
Hay libros que te cambian la vida y otros que, simplemente, son para vidas que cambian. Este último ha sido mi caso, metamorfosis inevitables para las que le hacen falta alas inmediatas por entrenar para retomar el vuelo.
Cuando lo compré, no lo pude leer por muchas páginas. Soy de la opinión de que no todos los libros se pueden leer en todos los momentos, y este no lo era. Albert es un autor especial y, como ya me habréis leído en otras ocasiones (si no, aquí), sus libros también lo son. Y este último, este por el que corrí ansiosa hasta la cola de pago y comprármelo sin esperar al de bolsillo, es un tesoro.
Y no porque vaya a cambiar el mundo, pero sí porque ante mi mundo cambiante, he encontrado muchas respuestas que han podido comenzar a depurar mi alma… He encontrado muchas lágrimas compartidas y muchos pensamientos con cobijo, me he sentido reflejada desafortunadamente como nunca en una de sus historias.
Y es que hay veces que solo el dolor se cura con dolor, igual que eso que dicen de que la resaca se cura con otra cerveza. Esto es Albert Espinosa y esto es “Brújulas que buscan sonrisas perdidas”.
A sumar tenemos que jamás pensé con tal intensidad que la puntuación de las frases pudiera cambiar la forma de ver una novela, una historia. Desde la primera oración, Albert utiliza puntos suspensivos para cerrar cada oración, cada párrafo. No os podéis imaginar la angustia y la intranquilidad que me causaban al principio. Esos puntos suspensivos tras otros dejaban pensamientos e ideas inconclusas que no se apoyaban con ningún punto final o aparte, a los que tan acostumbrados estamos. No sé si es un experimento, algo medido y consensuado o simplemente libertad poética, pero a mí me ha aportado certeza y confort a medida que ha ido avanzando la historia y esos puntos suspensivos se convertían en parte de ella, en parte de mí.
No os voy a dar un argumento porque me parecería de poco gusto y acierto, pero sí que os daré un consejo: es para disfrutar cuando crees que ya no hay mucho disfrute, cuando crees que la vida pocas sonrisas te puede dar ya o, simplemente, cuando quieras que alguien te recuerde que aún quedan brújulas que te guían en el camino. No es un libro alegre, no es un drama de culebrón ni una historia de amor de película de Antena 3 de las 15.30. No es un libro para pasar el rato ni un buen rato ni un libro para despejarse. Es un libro de los de Albert: para leer y releer, para asimilar, reflexionar y aplicarlo a tu alma diaria. No es un libro de autoayuda porque, como el propio nombre indica, para eso no hace falta ninguno…
Os presento una de mis brújulas con las que he encontrado sonrisas que creí perdidas y con las que he recordado momentos que creí olvidados. Por favor, os lo ruego, descubrid a Albert Espinosa, disfrutad de sus pelis y echad un vistazo a sus libros… Sobre todo, no os dejarán indiferentes, os ayudarán en vuestro mundo cambiante.
«Jamás nos mentiremos… Escúchame bien, eso implica algo más que ser sincero… En este mundo mucha gente es falsa… Las mentiras te rodean… Saber que existe un archipiélago de personas que siempre te dirán la verdad vale mucho… Quiero que formes parte de mi archipiélago de sinceridad…
»Saber que puedes confiar en la otra persona, que nunca te mentirá, que siempre te dirá la verdad cuando se lo pidas, no tiene precio… Te hace sentir fuerte, muy poderoso…
»Y es que la verdad mueve mundos… La verdad te hace sentir feliz…La verdad creo que es lo único que importa…»
Albert Espinosa,
Extracto de “Brújulas de buscan sonrisas perdidas”.
http://www.albertespinosa.com/libros/brujulas-que-buscan-sonrisas-perdidas