Aquí todo es desmesura.
Si a una alcaldesa desmesurada le da por saltarse la ley a la torera y comenzar a derribar casas protegidas por la ley, la Policía Nacional, que en última instancia depende del Gobierno de la Nación, del mismo Gobierno de la Nación cuyo Ministerio de Cultura ha declarado la zona como Bien de Interés Cultural!!, se afana con una desmesura de juzgado de guardia (y esto no es licencia prosaica) contra los vecinos que intentan impedir un delito.
La brutalidad policial utilizada con los vecinos sólo tiene un responsable: el delegado de Gobierno de la Comunidad valenciana, Ricardo Peralta, que debe dimitir esta misma noche si tiene una pizca de vergüenza.
Si. Las cosas son esperpénticas. Pero la fuerza empleada contra los que están defendiendo la legalidad vigente no tiene excusa. Ni una.
Y si Rita insiste, llévenla a los tribunales y pongan a la policía nacional a proteger los bienes que intentan derribar.
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