Antonio Meliveo - El Camino de los Ingleses - Arranca el verano
“… el niño que supo desafiar a los habitantes del infierno y que ahora llega al monótono infierno de cada día...”
Con esta breve poesía arranca la película “El Camino de los Ingleses”. Una película que para muchos fue una decepción y para otros toda una obra de arte. Sin duda, Antonio Banderas había puesto las expectativas muy altas para su segundo largometraje como director, especialmente después de tantos años como estuvo trabajando en ella. El resultado fue una película excesivamente lenta que exasperó a más de uno. Simplemente no sabían lo que se esperaban. No es una película para el gran público. Es una película para disfrutar con calma, poco a poco, que hay que saber ver. Cierto que el montaje, el ritmo e incluso los actores dejan bastante que desear, sin embargo la fotografía, la música y el nivel artístico en general están por lo más alto. Es por eso que merece la pena ver esta película y por supuesto, hacer una reseña de su banda sonora.
Para comprender mejor el significado de esta película, recomiendo leer esta entrevista que hicieron a Antonio Banderas en su momento.
El tema principal, delicado e introspectivo, que escuchamos en “Divina Comedia” se reitera a lo largo de toda la cinta en distintas versiones acompañando a las imágenes de las ensoñaciones y sentimientos de los protagonistas del filme según éstos van madurando, evolucionando y aprendiendo las lecciones de la vida.
El segundo tema a destacar es el que hace su primera aparición en “Luli Gigante” y posteriormente, con más ritmo y mejor definido en “El chico de la ferretería”:
Antonio Meliveo - El Camino de los Ingleses - El chico de la ferretería
Es un tema que combina a la perfección con el que escuchamos en “Divina Comedia” y le da una continuidad especial a toda la obra. Lo escuchamos varias veces a lo largo de la narración, pero es hacia el final de la cinta cuando escuchamos una versión mucho más emotiva acompañando al desengaño del desenlace agridulce:
Antonio Meliveo - El Camino de los Ingleses - No eres Beatrice
El piano y la guitarra eléctrica son los denominadores comunes de toda la banda sonora, con estilos muy minimalistas y también elementos de jazz con un delicado contrabajo que hace su aparición de vez en cuando.
Son precisamente estos temas de jazz los que distienden de vez en cuando la introspección de los temas minimalistas que dominan toda la banda sonora. Se abre así el ritmo de la película y descansamos con temas menos profundos que resultan necesarios en un filme lento que puede llegar a ser un tanto tedioso.
Para acabar, me gustaría destacar la penúltima pista de la cinta basada en un tema que ya hizo su aparición previamente en “Habrá un tiempo de lluvia”. Sin embargo, no es sino hasta el final de la película cuando lo escuchamos en todo su esplendor. Se trata del momento culminante del filme, donde este tema suena de fondo mientras las imágenes narran los acontecimientos que cierran la historia, sin diálogos. Es probablemente la mejor parte de toda la película. “Sacramento” es el tema de 12 minutos que acompaña esta escena y el cual, a pesar de su minimalismo y duración, nunca me canso de escuchar:
Antonio Meliveo - El Camino de los Ingleses - Sacramento
“… pero ahora marca nuestros pasos el tambor triste de la lluvia; esta melancolía; esta música…”
En conclusión, una banda sonora que acompaña muy acertadamente a una película lenta, con calma, pero cargada de poesía, de imágenes, de música, de arte. Todo muy bien compenetrado entre sí, permitiéndonos sumergirnos en las emociones y la melancolía de ese proceso que es el camino desde la adolescencia hasta la madurez.
Antonio Meliveo - El Camino de los Ingleses - El camino de los ingleses