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BT ABRIL - Agua

Publicado el 15 abril 2014 por Entrelugas

Ya sabes, hija, en Abril, aguas mil.- Y dejó la habitación, cargada con el balde de la ropa sucia que se había ido acumulando en estos días de frío, mientras yo miraba a través de los cristales cómo caía una constante lluvia que no quería amainar, y que dejaba el huerto del vecino totalmente inundado. Llevaba así horas. Tal vez días. Aquí en el norte es la norma, pero si no fuera por la lluvia, no nos rodearía este verdor intenso durante todo el año. Como dicen al otro lado del charco, allá en Costa Rica... ¡Pura vida! Y es que nunca se respira tan limpia e intensamente como cuando llueve.

BT ABRIL - Agua


Estos días me hacen acordar del verano. Da igual si fue este verano pasado, o si fueron los de hace mucho, mucho tiempo. Cuando íbamos a pasar el día al río, con las tortillas, los filetes empanados, y dejábamos enfriar las bebidas metidas en el agua, entre unas piedras cuidadosa e intencionadamente colocadas, para que la corriente no se lo llevara. Lo mejor era cuando por fín nos íbamos hasta el pozo, a zambullirnos en él. Teniendo las playas tan cerca, a veces era agradable cambiar la rutina un poco, alejarse de la multitud de los turistas, y pasar un día en familia a la orilla del río. Me gustaban mucho esos días. Ya la tarde anterior empezábamos a preparar todo: la comida, la nevera pequeña guardada en el desván, a veces llevábamos incluso también la parrilla, las sombrillas, las toallas... y lo dejábamos todo colocadito en la entrada, esperando a madrugar para cargar las cosas y salir.

Por la mañana, lo primero que hacía al despertar, era mirar por la ventana, y ver cómo un sol radiante nos daba los buenos días y nos invitaba a salir de casa cuanto antes. Para entonces, mi abuelo ya había ido a comprar varias barras de pan, a Los Arcos. Cómo lo recuerdo, siempre tenía preparado todo, adelantándose a todos, con una sonrisa en la boca como si no le costara hacer las cosas por nosotros. Realmente no le costaba, lo hacía con todo el cariño del mundo.

BT ABRIL - Agua

BT ABRIL - Agua


Me gustaba mucho acompañarlo a la fuente a por agua. En su casa nunca se ha tomado agua del grifo, él decía que como la de los manantiales ninguna. Y qué razón tenía, no se puede comparar. Recuerdo que siempre llevaba una vara para caminar, y en la otra mano, el garrafón del agua. Yo iba saltando, brincando, corriendo y subiéndome a todas partes, alrededor de él, mientras no paraba de reírse y de contarme historias. Cómo lo echo de menos.

Para mantener fresca el agua en verano, lo metían en botijos, ese invento de barro que suda agua y hay que empinar para beber de él, y yo imaginaba que era vino, como había visto hacer a los mayores con el porrón.

Aquí tenemos muchas fuentes, muchos manantiales de los que sale agua todos los días del año: fresca, pura, cristalina y rica, llena de minerales, y sin cloro, ni cal, ni otros aditivos dañinos; lo que más me gusta es el sonido del agua al caer...
Salir a correr, o a montar en bici por el monte un día de calor en verano, y encontrar una fuente de estas cuando estás al borde del colapso, es lo más parecido a la resurrección que ha conseguido demostrar nadie jamás.

BT ABRIL - Agua


Fuera sigue lloviendo, y yo sólo pienso en hacerme un postre rico para pasar esta tarde primaveral, tan lluviosa, y tan auténticamente cántabra. Dicen que para el fin de semana, ya viene un frente caluroso...

Todas las imágenes son realizadas en mi localidad y alrededores, en distintas épocas del año. Si queréis ver más agua en otros lugares del mundo, visita Blogger Traveller Abril - AGUA.

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