Conviene realizar el cambio de euros a florines húngaros en la misma capital que es donde os saldrá mejor. PeRo procurad no hacerlo ni en el aeropuerto ni en vuestro hotel, ya que el cambio suele ser muy malo. Nosotros cambiamos en nuestro hotel unos 20 € para poder empezar a movernos y lo primero que hicimos en la ciudad fue buscar una casa de cambio. Miramos por internet a cuánto estaba el florín y el mejor cambio que encontramos fue 308 florines húngaros por 1 €. Nos cobraron una comisión del 0,3 %, que tampoco consideramos abusiva.
Y una vez que por fin teníamos dinero, continuamos con nuestra visita en el Parlamento, el edificio más conocido de Budapest, centro de la legislatura húngara y otras instituciones, como la biblioteca del parlamento.
Las visitas son guiadas, en varios idiomas y se sacan en taquilla o con antelación en la página web http://www.jegymester.hu/. Cada visita dura 45 minutos y cuesta 2000 florines, unos 7 € para los ciudadanos de la Unión Europea. Se recomienda hacerlo a través de internet porque puede ser que en taquilla ya estén agotadas. Os mandarán automáticamente la confirmación por e.mail y deberéis traer vuestras entradas impresas.
Comimos en el restaurante Lecsó Magyaros Gyorsétterem (lecho mayarós yositaram), un restaurante que se encuentra cerquita del Parlamento y os remitimos a nuestro vídeo Comer en Budapest si queréis tener más información sobre nuestra experiencia gastronómica en la ciudad.
Después de una parada técnica para comer , vamos a continuar con nuestra visita en la magnífica Ópera de Budapest, un edificio neo-renacentista muy importante en la ciudad. El exterior está decorado con esculturas de famosos músicos y compositores.
Nos hubiera gustado mucho ver un espectáculo pero no era temporada cuando fuimos, así que hicimos la visita guiada. Hay que sacar el ticket allí y cuesta unos 10 € por persona.
Merendamos en el café New York. Aunque es un lugar que se sale de la media del precio de Budapest, bien merece la pena una visita sólo por su decoración.
Después de darnos un merecido descanso y tomarnos unos cafés en la lujosa cafetería New York, vamos a terminar nuestra visita de hoy cruzando el puente de las Cadenas en Budapest.
Cenamos en la crepería Nagyi Palasintázója (nayi palasintazoya) donde podréis disfrutar de crêpes tantos dulces como salados. ¡Están riquísimos y tienen varios establecimientos en Budapest!Y así acaba nuestro primer día en la Perla del Danubio, una ciudad que nos ha conquistado y que todavía nos va a sorprender aún más en los días que tenemos para visitarla.
MUCHAS GRACIAS POR VUESTRAS VISITAS.