Budapest, la ciudad termal

Budapest es la ciudad de las sorpresas y las maravillas, cuenta con un centro animado, hermosos parques, ríos majestuosos y sobretodo balnearios. Budapest es una de las ciudades más emocionantes del mundo, llena de secretos por descubrir, lugares ocultos que explorar.  Es una ciudad en la que aburrirse no tiene cabida.

¿Qué os parecería bañarse en un balneario construido durante el imperio Otomano? ¿O en una piscina rodeada de columnas y mosaicos de colores? Apetece ¿Verdad? Solamente tenéis que dares una vuelta por Budapest y vuestros sueños se harán realidad.

Ningún otro país del mundo tiene tantos balnearios como Hungría. En la actualidad Budapest cuenta con 47 balnearios, de ahí a que se la denomine “la ciudad de los balnearios”. Uno de los mejores de toda Europa es el balneario Szechenyi, donde rodeados por una decoración versallesca, budapestinos y turistas disfrutan de sus aguas sulfurosas. Muchos pensarán que estos placeres solamente pueden estar al alcance de unos pocos pero se equivocan, por ejemplo, la entrada de un día a los baños de Gelléri, uno de los más famosos de Budapest cuesta aproximadamente 10€.

Baños Gelléri

Al norte de Hungría, cerca de la frontera con Eslovaquia, el subsuelo está agrietado y lleno de cuevas y kilómetros de pasadizos subterráneos que los húngaros han sabido aprovechar para crear balnearios bajo tierra, como la Cueva de Miscoltapolca, que se formó por las aguas calientes que emergen de una falla geológica cercana. A lo largo de miles de años, el agua a más de 30 grados ha socavado piscinas naturales y túneles, creando un entorno único para el disfrute de las aguas termales.

Lago Balatón

Si visitamos el lago Balatón que además de abadías medievales y siete reservas protegidas y viñedos cuenta en sus alrededores con numerosos lagos termales de dimensiones descomunales, uno de ellos es Héviz, darse el gustazo de darse un baño en el lago termal más grande de Europa es sin duda una buena recomendación. Sus aguas se mantienen a 35 grados en verano y 26 grados en invierno. El alto beneficio de sus aguas se debe a que se alimentan de fuentes kársticas con alto contenido en azufre y radio, excelentes para problemas musculares y de artrosis. De ahí que este lago esté siempre repleto no sólo de húngaros sino también de turistas de los países europeos vecinos. Son muchas las posibilidades de pasar unas vacaciones diferentes, curativas y de bajo coste que os aseguramos que ayudarán a reducir el estrés acumulado durante todo el año.

Lago Héviz

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