Creo que esta debe ser la quichicientas mil receta que publico de budín de limón. Pero nunca se pueden tener suficientes budines de limón en la vida.
Y toda receta que me cruzo va a parar al batidor...
Obviamente, todavía tengo un sinfín de recetas pineadas; pero a esta le tenía una intriga especial: la acidez del limón, combinada con un toque floral de lavanda... dos aromas que se mezclan y perfuman toda la cocina bucólicamente (sería como teletransportarse y vivir en instagram, por ejemplo).
Estaba tan inspirada, y me sentía prácticamente Heidi 2.0 viviendo en un mundo sólo a base de pinterest e instagram, que hasta hice un video!
Bueno, video... un intento de... seguiré probando, y algún día podré publicar uno decente... o por lo menos horizontal, como un monitor/tv!
Nos gustó mucho la receta, desapareció sin más, y nadie (ni los más puristas) hicieron objeción a la lavanda. Es un buen comienzo si la tienen en pendientes y no se animan a usarla, porque el limón ayuda a que no se note tanto.
Hay una receta!