Navidad está a la vuelta de la esquina.
Y justo justo, se largó el calor con todo! Como todos los años, fue momento de decirle "chau" al pan dulce casero (amasar tanto con este calor, y que el tradicional siga siendo más rico? No, gracias!).
Buscando otros usos para la masa madre, encontré que también se la puede incluir en pastelería, y allí fui, a la primer receta que me guardé: coffee cake de limón y arándanos.
La primera que probé fue una pound cake de limón, y tuneándola para la mesa navideña, salió esta versión: de vainilla (mucha, para que se note de verdad), almibar, glasé de vainilla y nueces pecan escarchadas.
Una maravilla.
La masa es bien densa, bien de budín. Y nunca terminas lleno con pesadez... Será nomas que la masa madre favorece la digestión?
La cosa es que está re bueno, es super rendidor, y como es neutro, se puede adaptar a cualquier ocasión. Seguiré buscando recetas para no tirar tanta masa madre, y me parece que el lado dulce va a ser un camino de ida.
Hay una receta!