¿Buenas o malas noticias? Detectan primera ballena gris al Sur del Ecuador

Avistada frente a Namibia, no se sabe el camino que ha tomado para llegar hasta allí

Una observación en Namibia sugiere que las antiguamente muy cazadas ballenas grises están recuperando antiguas rutas migratorias, o puede ser por la alteración del clima.

Una asombrosa noticia desde Walvis Bay, Namibia, donde los científicos del proyecto Dolphin Namibia confirmaron el martes el avistamiento de una ballena gris. Esta especie del Pacífico Norte no sólo ha estado extinguida en el Atlántico desde el siglo XVIII, tampoco nunca se la ha visto al sur del ecuador.

La importancia de esta observación ha creado entusiasmo entre los biólogos marinos. Puede sugerir una buena noticia - que las grandes ballenas se están recuperando de las desastrosas cacerías del siglo XX. O puede indicar que el cambio climático está alterando sus hábitos de alimentación - con consecuencias desconocidas.

Un avistamiento único de una ballena gris en el Mediterráneo en mayo de 2010 - el animal llegó hasta Israel - ha rebatido muchas ideas preconcebidas, con algunos científicos especulando que la muy cazada ballena gris - se redujo hasta casi su extinción en el siglo XX - está recuperando sus antiguas rutas migratorias.

John Paterson, de la Red de Varamientos de Walvis Bay, dice que la ballena fue avistada por primera vez por barcos de excursión de avistamiento de delfines, el 4 de mayo. La "extraña ballena" se confirmó como una gris y fue fotografiada por un miembro de su equipo el 12 de mayo.

"La pregunta ahora es, ¿cuál es el origen de esta ballena?" dice Paterson. Las fotografías demuestran que este no es el mismo individuo que se presentó en el Mediterráneo, dice. "Se trata de otro individuo que tuvo que atravesar el Paso del Noroeste, o tal vez la vuelta al extremo sur de América del Sur y pasar al otro lado del Atlántico? Por desgracia, nunca sabremos el camino que siguió para llegar hasta aquí".

Conocidas como el "pez diablo" por la ferocidad con que se enfrentaron a los balleneros (por lo general debido a que los cazadores se dirigían a las crías, que eran defendidas ferozmente por las madres), las ballenas grises ahora permiten ser acariciadas por los turistas de los barcos de observación frente a Baja California. Su área de distribución histórica incluía el Atlántico, con convincentes evidencias históricas de que los islandeses las cazaban. Las ballenas pudieron haber migrado hacia el sur, hasta el Mediterráneo, para parir en las cálidas aguas del Mediterráneo, donde también estarían relativamente libres del ataque de orcas, sus únicos depredadores naturales.

Las ballenas grises también pueden haber sido una vez frecuentes en las costas británicas. Una vértebra en la colección del Museo Royal Cornwall, Truro, que se encuentra en Cornwall, ha sido identificada como perteneciente a una ballena gris. Los últimos registros de la ballena gris en el Atlántico parecen coincidir con el inicio de la moderna caza de ballenas frente a la costa de Nueva Inglaterra en el siglo XVIII, con la aparición de "ballenas gibosas" cerca de la isla de Nantucket.

La ballena gris del sur de África se une a otras ballenas donde no deberían estar. El año pasado, en la Bahía de Cape Cod de Nueva Inglaterra, un equipo de reconocimiento aéreo del Provincetown Centre for Coastal Studies que topografiaba a las ballenas francas del Atlántico Norte que se alimentan en la bahía, se sorprendieron al encontrar entre ellas una ballena de Groenlandia - un estricto cetáceo del Ártico. Se ha atribuido a su sorpresiva aparición el cambio climático y la reducción del hielo marino - las mismas condiciones que posiblemente se presenten en la ballena gris del Mediterráneo, que puede haber cruzado desde el norte del Pacífico al Atlántico a través de la apertura del Paso del Noroeste.

En su próximo libro, Feral, George Monbiot cita una propuesta contemporánea para reintroducir las ballenas grises en el Mar de Irlanda transportando por avión desde California hasta allí 50 animales. La noticia de hoy desde el sur de África indica que las ballenas pueden estar a punto de lograr su propia reintroducción sin la necesidad de medios aéreos.

Las ballenas grises crecen hasta 14 metros de longitud y se comprometen en la migración más larga conocida de cualquier mamífero, ya que completaron una ida y vuelta de más de 30.000 km entre su alimentación de verano en el Ártico y la zona de cría de invierno en la costa de México y regresando al Ártico de nuevo.

Las ballenas grises son las únicas que se alimentan en la parte inferior del fondo del mar al absorber el lodo, por lo general a través de la parte derecha de la boca, y filtran los anfípodos que viven entre el barro del fondo de los que se alimentan. Esto se traduce en que las barbas son más cortas en un lado de la boca.