Bueno, bonito y barato (por Isa)

Ayer por la noche mientras hacia zapping tragándome las repeticiones de programas con las que el resto de las cadenas hacían frente a la retransmisión del Madrid-Tottenham, ví -no recuerdo donde- a una súper pedorra que abría su microreportaje en pleno barrio de Salamanca diciendo: 'Me encantan las marcas'. No me puedo sentir más alejada de semejante especímen humano: rubia, pija y rellena de botox... y es que no soporto las 'marquitas'... ninguna.
Soy una excéptica de la fidelidad marketiniana, al menos en lo que son las típicas marcas de alta gama en productos textiles y complementos... ¡y mira que me gusta comprar! Pero es que no, oyes, ni los bolsos de Prada, ni los vaqueros Levi's, ni los vestidos de Armani, ni los pañuelos de Loewe... Yo soy una tía de marca blanca. Y es que nunca le ha visto la ventaja cualitativa a gastarme 60 euros en una camiseta pudiendo comprarme seis camisetas por 10 euros.
Los fieles a la marca -que son muchos y cercanos- han intentado convencerme pero soy una descreída... además no hay cosa que me haga sentir más ridícula que hacerle propaganda a una marca luciendo un logo bordado en un polo -con todos mis respetos para los que les mola el rollito-.
Eso sí, yo soy muy de Amancio de toda la vida... desde que empezó, vaya, porque antes de él o te gastabas una pasta o ibas hecha un adefesio. Cómo ha revolucionado este hombre el mundo de la moda en España. Se puede comprar a buen precio todo el año, sin pelearse con nadie en las rebajas ni tener que ir al mercadillo... Qué visión tuvo. Cómo vió que siempre iba a haber gente como yo, de las de comprar cosas buenas, bonitas y baratas.