Exhibimos nuestros versos
desnudos
con el ávido apetito del hombre
que excita su alma
para salir victorioso en su eterna lucha
contra el miedo, y en esa manida táctica
hallan sumo placer todos aquellos
que son capaces de embadurnar
el rostro de la vida con el raudo
esperma de su verbo.
Joaquín Piqueras García