BulletStorm. Análisis.

BulletStorm/People Can Fly/PC-PS3-Xbox 360

No puedo evitarlo, cada vez que pienso en BulletStorm me imagino a un grupo de tipos rudos contándose chistes de tetas, bebiendo cerveza y tirándose pedos; todo muy macho, todo muy varonil. Y en medio de todos ellos el Uber Macho por excelencia, Cliffy B, el hombre capaz de masturbarse con sus propias lágrimas, el hombre al que le reimos todas sus gracietas.
Cliffy es tan macho que pese a no haber participado en el juego, todo el mundo le menciona al hablar de éste. ¿Hay algo más cabrío que eso?

Sí, no puedo evitar tener esa imagen mental al pensar en los desarrolladores de BulletStorm. Seguro que el ambiente en el estudio era muy rudo y macho; un poco cutre incluso, como salido de un monologo de Agustin Jimenez o de un chiste de Arevalo. Me imagino a cada uno de los participantes aprovechando para decir la suya, cada una aún más animal que la anterior…
Seguramente no voy tan desencaminado de la realidad, más sabiendo como sabemos hoy en día de los procesos de desarrollo de juegos como “Doom” o “Mortal Kombat”.

Porque BulletStorm es efectivamente un juego muy animal, una especie de Gears of War con la particularidad de estar muy pasado de vueltas, pero que ha contado con el genio del Cliffy más notorio para vendernos a todos la moto...
Porque todo el mundo lo ha comparado gratuitamente con un Gears, pero no es ni de cerca tan bueno ni tan refinado como éste.

Por desgracia, sí, hay la puñetera fase de ametralladora on rails.

De hecho, mirándolo fríamente, Bulletstorm no es ni siquiera un TripleA; es una producción menor, mucho menos ambiciosa, con evidentes problemas en todos sus aspectos.
Por no ser, ni siquiera es un título desarrollado por la gente de Epic, sino por el estudio “People can Fly”, creadores de “Painkiller” que fueron comprados por el estudio de Blezynski en 2007.
Pero el susodicho Cliffy, o el genio de marketing que se esconda tras Epic Games, ha sido tremendamente inteligente. Porque BulletStorm ha sido protagonista de los medios durante meses gracias a codearse con quien se codea, bien cogido de la manita con la magnifica saga Gears of War. Mirad sino como aprovechaba Cliffy para hablar del título cada vez que le preguntaban por el próximo Gears 3.
Y no solo por eso, también porque suple su falta de calidad con toda esa vorágine de chistes de pedos, muertes a cada cual más animal y acción muy pasada de vueltas. ¿Un poco en la línea de Duke Nukem quizás?
Naturalmente, los medios amarillentos como Fox News, no tardaron en acudir a la llamada, más que satisfechos de brindarle una amplia cobertura mediatica… ¡Y sin pagar ni un solo duro!

Pero más allá de todo eso: ¿qué es BulletStorm? Respuesta simple, un First Person Shooter de estilo tradicional, aderezado con todos esos toques tan característicos y tan masculinos.
¿Su gracia? Evidente desde el primer momento: la posibilidad de matar con estilo. Algo que como han demostrado sabiamente títulos como “Viewtiful Joe” es mucho más importante que matar sin más.
Armados con todo tipo de cachivaches y un látigo de luz, Gary, el prota indiscutible, es capaz de todo tipo de perrerías con tal de mutilar y torturar a todos los mutantes del planeta donde se ha estrellado su nave.

Orgía de puntos (¡y logros!)

No me hagáis contar más de su historia; es insustancial. Claro que de un título así tampoco esperaba más, seguramente hubiera sido un error lo contrario.
Esas muertes con estilo, con gracia, dan puntos; los cuales pueden ser intercambiados por más armas, más munición y más nuevas perrerías con las que torturar a los enemigos.
En esta linea, el juego plantea retos interesantes con nombres sugerentes: Grafiti, que consiste en estampar un enemigo contra la pared, Chut en la Cabeza, que radicaría en arrancarle la cabeza de una patada a algún jefe, Sin Piernas, que se entiende por si solo, o BreakDance;, tan divertido como clavar con un taladro a un enemigo al suelo con erótico resultado.
Todo muy instructivo, sin duda.

Y ya esta. No hay nada más. Eso es todo.
No es que no quiera hablar más del titulo pero es que realmente no hay más que contar. La base de BulletStorm orbita alrededor de todo este humor absurdo y testosterona desbocada… motivos de los que no se averguenzan, ni tampoco tienen motivos para hacerlo.

¿Qué pinta aquí un bicho gigante? Que más da, ¡mola!

Sin todo eso, probablemente BulletStorm sería un titulo muy, pero que muy del montón. Especialmente en aspectos técnicos, en los que nota a la legua ese reciclaje descarado del motor Unreal de Gears of War… No en pocas ocasiones he creido ver a Marcus más que al prota del juego; esas botas y esos músculos son demasiado característicos…
Pero ya no solo es eso, es que las texturas no en pocas ocasiones deciden tomarse un descanso e irse a tomar algo. Por decirlo de manera fina.
O la música, que no esta mal, pero es un tanto repetitiva. Eso sí, enorme mención al trabajo de doblaje español, que lo clava, en todos los aspectos. Uno de los mejores puntos del juego con diferencia.

BulletStorm es el Equipo A de los videojuegos. Oh si, a todos nos encantaban las burradas de Hannibal y compañía, pero mirado fríamente, la serie era de lo más cutre que pululaba por televisión. Pero nos encantaba, ¿por qué? Por su carisma, por su humor gratuito, por su acción desfasada… que se yo.
A BulletStorm le pasa lo mismo. Lo juegas y lo disfrutas como un enano. Te dejas engatusar por toda esa acción frenética y toda esa testosterona, y eres el primero en reírle las tonterías al protagonista. Y el prota, creedme, es MUY retard.
Solo lamento que para el final del título, éste parece olvidar lo que es e intenta venderse como algo serio y diferente. Es solo entonces cuando piensas que quizá eso que has estado jugando hasta el momento, tan bueno no era. Pero no importa si al final has disfrutado del juego y has pasado un buen rato.
Al fin y al cabo eso es lo más importante, y no se puede negar que BulletStorm tiene carisma para regalar.

Puntuación: Recomendable.