Hoy tengo el placer de contar con Griselda Emmerich como autora invitada.
Te dejo con ella:
Bullying ¿Qué podemos hacer los padres?
El bullying ha existido desde siempre en las escuelas, en el trabajo e incluso en el barrio. Antes nos parecía algo normal, que los niños tenían que aprender a defenderse unos y que tenían que aprender a ser empáticos los otros.
Ahora, con tantas campañas anti-bullying ya no pensamos así, pero a pesar de tanta información, de tantas campañas y de tantos programas, poco se ha podido hacer para terminar o disminuir este terrible fenómeno psico-social.
¿Qué pasa ahora que esta palabra está en boca de todos?
El bullying ha alcanzado proporciones mundialmente alarmantes, por el aumento en el número de casos y por el aumento en la intensidad de la violencia.
Sobre todo, comenzó la alarma por los casos de venganza que resultaron en masacres escolares que se han dado en varios países. También por el alcance que tienen los medios electrónicos de comunicación, los niños se graban abusando del compañero y lo suben a internet o lo mandan por medio de sus celulares.
También ya hay suicidios que son subidos a internet, foros para los que desean ideas para vengarse de los compañeros, suicidios compartidos planeados en internet, etc. Es una verdadera locura.
En la sociedad actual, en la televisión, en los videojuegos, en la calle, hay mucha violencia. Pero así como la película “La Vida es Bella” (1998, Roberto Benigni) en la que durante el holocausto un papá le hace un cuento a su hijo en un campo de concentración para que éste no sufriera, debemos pensar cuál es la mayor violencia para los niños.
Aunque el entorno influye, la peor violencia que puede sufrir un niño es el abandono físico y emocional de sus principales cuidadores.
Aunque el entorno influye, la peor violencia que puede sufrir un niño es el abandono físico y emocional de sus principales cuidadores.
No se trata de que les inventemos o de que les escondamos cosas como en la película; esto es en sentido figurado; se trata de que dedicándoles nuestro amor, nuestro tiempo y nuestra atención ellos estén protegidos emocionalmente del mundo externo; y, aunque haya cosas que duelan, nunca serán devastadoras puesto que lo más importante ya lo tienen en casa.
Para los niños, el pasar mucho tiempo sin sus padres o los que estén a su cargo es vivido como violencia; creemos que el niño debe aprender a defenderse él solito, y en parte es cierto, pero no hay mejor forma de que aprenda a defenderse que teniendo seguridad en sí mismo.
La confianza en uno mismo se logra de diversas formas, pero primero que nada es sintiendo confianza en los que lo cuidan, en sus padres, en que es amado, bienvenido e importante.
La confianza en uno mismo se logra de diversas formas, pero primero que nada es sintiendo confianza en los que lo cuidan, en sus padres, en que es amado, bienvenido e importante.
Importante no en un sentido de soberbia o superioridad sobre el otro, sino importante en el sentido de dignidad humana.
Cuando dejamos al niño solo en el mundo éste tal vez llorará, entristecerá y se enojará, hasta que un día se acostumbrará y creará defensas emocionales; entonces tenemos a los niños que parecen adultitos, que son muy independientes y que incluso tienen un aire de sofisticación.
Esto es muy común en nuestros días, y muy aplaudido, pero entonces lo que hacen los niños es que se apegan, porque los niños siempre tienen que apegarse a alguien, o a algo; está en su naturaleza, son seres dependientes todavía; generalmente se apegan a otros niños. Y ahí lo que pasa es que reproducen el entorno violento en el que están creciendo; lo que pasa es que tienen que sobrevivir y a veces el instinto de sobrevivencia, generalmente agresivo, se escinde del instinto de cuidado y protección del otro y surgen entonces los niños bullies.
Y luego hay otro niñito también desamparado, solo contra el mundo, que resulta ser el blanco perfecto. Un niño que de alguna manera cree que se merece ese trato, que no encuentra cómo defenderse o a quién recurrir.
No hay lugar más cómodo para un niño o una niña que estando en su propia casa y con sus padres
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No hay lugar más cómodo para un niño o una niña que estando en su propia casa y con sus padres, o al menos con uno de ellos. Es en la familia donde uno es aceptado por lo que es y no por cómo es; casi cualquier otro lugar generará cierta tensión.
Creemos que mandar a los niños a la escuela es lo natural, pero más bien esto es una imposición cultural. Lo natural es que esté con quienes el niño esté apegado emocionalmente y, por supuesto con quienes lo quieran; generalmente, así como otros mamíferos, estos serán principalmente sus padres.
Necesitamos dedicarles tiempo, demostrarles amor y cuidado, tratarlos con dignidad y mantenerlos de nuestro lado, los hijos pertenecen a los padres.
Y aunque parezca conveniente que ellos estén más apegados a los amigos, cuando esto sucede será a los amigos a los que más confianza le tendrán y será lo que piensan y opinan los amigos lo más importante para ellos. Se pondrán en un modo de sobrevivencia y saldrán a luchar día con día; se devastarán por el rechazo de sus compañeros y si hay algún bullie se aprovechará de ésta o cualquier otra debilidad.
Si los niños tienen un vínculo familiar adecuado aunque sea solamente con uno de los dos padres, estarán protegidos ante el mundo, no serán víctimas ni molestarán o abusarán de la debilidad del otro
Si los niños tienen un vínculo familiar adecuado aunque sea solamente con uno de los dos padres, estarán protegidos ante el mundo, no serán víctimas ni molestarán o abusarán de la debilidad del otro. Por lo tanto, la prevención del bullying no se da en la escuela, los programas actuales en los que se forman grupos de ayuda y prevención no funcionan del todo, lo muestra el constante aumento de casos.
la prevención del bullying no se da en la escuela
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El enfoque principal está en casa, si los padres se encuentran correctamente en su papel de ser los principales orientadores de sus hijos y los toman en cuenta, los escuchan y les dedican tiempo, tiempo en cantidad y tiempo en calidad, si reciben mensajes positivos y viven un vínculo cercano y armonioso con sus padres esto sí que hará mella en el bullying.
¿Qué opinas? ¿Estás de acuerdo en que la prevención debe comenzar en casa? Cuéntame tu experiencia
Imagen gracias a: http://www.freedigitalphotos.net