Revista Fashion Blogger
¡Buenos días!
Poco a poco vamos aterrizando en la rutina (aunque para muchas de vosotras justo empiezan vuestras vacaciones).
Hoy os quiero mostrar un "petit tastet", como decimos en mi tierra, de lo que fueron mis maravillosas vacaciones en Venecia.
Uno de los lugares que más nos llamó la atención fue Burano, con sus cientos de casitas de mil colores.
Vestido negro básico (Similar aquí) // Kimono flores (Similar aquí) // Botas Indianini L'ARTIGIANO DI RICCIONE // Bolso ZARA (Similar aquí)
El viaje de la isla de Venecia hasta Burano se hace algo largo, pero no pesado, aunque el calor apretaba la brisa del mar apaciguaba las calores. El precio de ida y vuelta fueron aproximadamente 50€ y valió totalmente la pena.
Al llegar nos encontramos algo que ya nos habían contado, un pueblecito que parecía un decorado de película. Decenas de casitas coloreadas, cada una de un color distinto, con contrastes que hacían maravillas para nuestra vista.
El lugar es tranquilo, no hay muchos turistas, según parece no es uno de los lugares que proponen las agencias de viajes, quedando Murano siempre como lugar predilecto de visita, por aquello de las figuras de vidrio.
Visitamos Burano el último día de nuestras vacaciones, e hicimos aquello que vinimos haciendo los últimos días, comernos un buen plato de pasta y una pizza. Pero ¡Ojo! en Venecia tienes que saber escoger bien tus restaurantes, sino quieres perder el resto de tus ahorros mensuales... Pero de eso ya hablaremos más adelante...
Para el outfit escogí un vestido de lycra básico, con un kimono muy fresquito. En los pies mis amadas botas de L'Artigiano di Riccione que me acompañan a los viajes todos los veranos.
¿Qué os parece este pequeño pueblecito?