La cabecera posee una interesante colección de canecillos, tiene una cenefa que la divide en dos mitades horizontales y está reforzada por columnas contrafuertes.
En los curiosos canes de San Millán vemos un oso, un jabalí un león, un fraile leyendo, un soldado con escudo y un contundente garrote,etc.
En la torre destacan sus elaborados y poco comunes vanos, formados por dobles ventanales enmarcados en un arco de tamaño superior que a su vez descansa apoyado sobre columnas.
Ábside y campanario
Detalle campanario
Ventana ábside
León
El can simpático
Jabalí
Oso
Lector y guerrero con escudo y una contundente maza