Siempre que nos ponemos nostálgicos con el indie de este país nos acordamos del Xixon y el Donosti Sound, o de las escenas de Madrid y Barcelona, y nos olvidamos de que unos tales Surfin’ Bichos fueron los que encendieron la llama de todo esto. La banda de Fernando Alfaro y Joaquín Pascual puso a Albacete en el mapa de la música española a base de guitarrazos a lo Pixies y Sonic Youth, cuando los grupos de pop comercial ochentero todavía estaban dando sus últimos coletazos. No contentos con ser los pioneros de la escena, a lo largo de los noventa nos dejaron varios de los mejores discos de aquella década con sus dos respectivas bandas (Chucho y Mercromina), y en estos días todavía siguen dando guerra con sus carreras en solitario.
Durante todos estos años Carlos Cuevas, José Manuel Mora y Carlos Flan, han estado a la sombra de los dos protagonistas, y han sido parte fundamental para que esas bandas llegasen a buen puerto. En este 2011 han decidido que su momento ha llegado, y han formado estos Burrito Panza que inevitablemente nos recuerdan a todas esas bandas.
Solo y Mal Acompañado es el debut de este trió, y una nueva referencia de El Genio Equivocado, el nuevísimo sello de Barcelona que ya cuenta con trabajos tan frescos como el debut de Odio París o el primer disco en solitario de Joaquín Pascual. Es inevitable olvidarse de este último cuando le damos al play, y empieza a sonar La última ciudad. Y es que los primeros trabajos de Mercromina, y el indie de los noventa, es lo que me viene a la cabeza cuando escucho este precioso disco. Canciones como Tu lado salvaje, Techo, Estoque o esa estupenda Cosas que olvidé que cierra el álbum, tienen la magia de aquellos días en los que el indie de este país se hacía mayor, y empezaba a dar sus primeros himnos con muy poco dinero, y mucha ilusión y talento. Pero no se quedan ahí, y con la ayuda del propio Joaquín; de Isabel León a los coros, o del percusionista de Mercromina, han facturado un disco fresco e inteligente, ya que aunque busquen ese sonido que comentábamos antes, en ningún momento suena a refrito de aquella época.
7,5